En su última audiencia pública antes de renunciar al Vaticano, el papa reconoció que tuvo momentos complicados en su etapa como Pontífice
En su última audiencia y ante miles de fieles que colmaron la Plaza San Pedro para despedirlo, Benedicto XVI pronunció un conmovedor discurso en el que aseguró que su pontificado tuvo momentos de alegría, "pero también difíciles", pero que siempre se sintió protegido por Dios y aseguró que su renuncia no significa volver a la vida privada.
El Pontífice hizo estas manifestaciones durante la audiencia pública de los miércoles, a la que asistieron cerca de 100.000 personas, según el Vaticano.
"Mi decisión de renunciar al ministerio petrino no revoca la decisión que tomé el 19 de abril de 2005 (cuando fue elegido papa). No regreso a la vida privada, a una vida de viajes, encuentros, conferencias, etc. No abandono la Cruz, sigo de una nueva manera con el Señor Crucificado. Sigo a su servicio en el recinto de San Pedro", afirmó.
A la hora de hacer un balance de su pontificado dijo: "El Señor nos ha dado muchos días de sol y ligera brisa, días en los que la pesca fue abundante, pero también momentos en los que las aguas estuvieron muy agitadas y el viento contrario, como en toda la historia de la Iglesia y el Señor parecía dormir", afirmó el papa durante su última audiencia como pontífice.