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Madre de chico obeso podrá mantener su custodia
La justicia británica le permitió a la mujer de 35 años continuar junto a su hijo de 8 años que pesa 89 kilos. Deberá ponerlo a dieta rigurosa, dado que puede afectar su salud
27 de febrero de 2007
Los servicios sociales británicos han decidido permitir que la madre de un niño que con sólo ocho años pesa 89 kilos mantenga su custodia.

La decisión fue adoptada en una reunión de varias horas, a la que asistió la madre del menor y en la que se estudió la posibilidad de que los servicios sociales de North Tyneside (nordeste de Inglaterra), donde viven, se hicieran cargo del niño ante una presunta negligencia materna en cuestiones de alimentación.

El niño, Connor McCreaddi, llegó a pesar antes de las Navidades casi 100 kilos, pero ha perdido algo de peso tras comenzar a hacer ejercicio e introducir en su dieta alimentos saludables.

En un comunicado emitido al término de la reunión, las autoridades locales destacaron que "su esperanza y su ambición es permitir a este niño permanecer con su familia". "Para lograr que este caso avance, hemos alcanzado un acuerdo formal con la familia para salvaguardar y promover el bienestar del pequeño", añadieron.

Pese a perder algo de peso en las últimas semanas, el niño sigue prefiriendo la comida precocinada y las patatas fritas a las frutas y verduras. "Se niega a comer fruta, verdura y ensaladas. Come platos precocinados. Cuando se niega a comer nada más, tengo que darle lo que le gusta. No puedo matarlo de hambre", decía su madre, Nicola McKeown, en una entrevista con la cadena británica BBC.

La mujer, de 35 años, madre soltera de dos niños y con problemas de depresión, se queja de que hasta ahora no ha logrado mucha ayuda ni del colegio ni del médico de familia.

Una dieta insostenible

Antes de las Navidades, en la dieta básica de Connor no faltaban las salchichas ni las hamburguesas, comía cuatro bolsas de patatas fritas al día y no era que picase entre horas, sino que cada 20 minutos se zampaba unas galletas o cualquier otro tentempié.

El menor tiene dificultades para vestirse y lavarse solo, falta al colegio regularmente por problemas de salud, ha roto cuatro camas, seis tazas de retrete y cinco bicicletas, y es blanco de las burlas de sus compañeros. Incluso los siete minutos a pie que hay entre su casa y el colegio se le hacen un mundo.

El porcentaje de niños menores de 11 años obesos en el Reino Unido pasó del 9,9% en 1995 al 13,4% en 2004. Según un reciente informe sobre sobrepeso infantil elaborado por una comisión parlamentaria, la obesidad sobrepasará pronto al tabaquismo como la principal causa de muertes prematuras y los niños obesos tienen cada vez mayor riesgo de sufrir enfermedades coronarias, diabetes, problemas de riñón y artritis.

La ministra británica de Sanidad, Patricia Hewitt, defendió que los servicios sociales se impliquen en el caso de Connor, ya que se trata de un menor "cuya vida y salud se han visto ya horriblemente dañadas porque está comiendo claramente la comida equivocada y no puede hacer ejercicio".

Por su parte, el presidente del Foro Nacional de Obesidad, Colin Waine, opinó que una eventual retirada de la custodia de Connor estaría justificada por considerar que la esperanza de vida del niño está "gravemente perjudicada".