La Sociedad Interamericana de Prensa cuestionó la decisión del multimedio de incluir a seis periodistas en una demanda presentada contra funcionarios por incitacion a la violencia
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) rechazó hoy la inclusión de seis periodistas argentinos en una demanda presentada por el grupo de medios Clarín que acusó a los reporteros de incitar a la violencia al igual que a otros altos funcionarios del gobierno.
El 22 de noviembre, el Grupo Clarín denunció penalmente ante la Justicia por "incitación a la violencia y coacción agravada" al ministro de Justicia, Julio Alak, al secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Carlos Zannini, y al presidente de la autoridad de aplicación de la "ley de medios", Martín Sabbatella.
Pero la demanda incluyó también "como propagadores" de "incitación a la violencia" a seis periodistas identificados como afines al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner: Roberto Caballero, Sandra Russo, Javier Vicente, Nora Veiras, Edgardo Mocca y Orlando Barone, explicó la SIP en un comunicado divulgado desde su sede en Miami.
"El Grupo Clarín tiene todo el derecho de defenderse de los constantes ataques que recibe del gobierno" de la presidenta Cristina Krichner, "pero no debería demandar a periodistas por lo que informan u opinan porque, en ese caso, atenta contra su libertad de expresión", advirtió Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la organización patronal de medios.
Según la SIP, el Grupo Clarín aclaró en las últimas horas que con la denuncia "no se busca imputar a periodista alguno", sino que "sólo serán testigos" para que, "de poseerla, aporten información sobre los hechos denunciados".
Grupo Clarín solicitó en su demanda que la justicia argentina abra una investigación para "acreditar si una serie de acciones públicas y declaraciones de funcionarios que llamaron a combatir a los medios del Grupo, sus periodistas y directivos, los acusaron de atentar contra la democracia y hasta de ser responsables de secuestros o levantamientos de fuerzas de seguridad, tenían detrás una autoría ideológica con entidad para constituir el delito de incitación a la violencia colectiva".
Paolillo, director del semanario uruguayo Búsqueda, advirtió que aun como "testigos", los periodistas no pueden ser forzados a dar información sobre sus fuentes en la Justicia.