Las dos "M", aliados ahora contra el gobierno de Cristina Fernández, realizan este martes un paro nacional que pegará fuerte en el transporte y otros servicios como los bancarios
En lo que tratará de ser una demostración de fuerza contundente contra la política de Cristina Fernández, la CGT opositora liderada por el camionero Hugo Moyano y la CTA regenteada por Pablo Micheli llamaron este martes a un paro nacional que tendrá su eje en el transporte y n las decenas de piquetes organizados en puntos estratégicos de todo el país, en especial en la zona metropolitana.
El objetivo es dar una contundente demostración de fuerza paralizando servicios como trenes y subtes, pero también el sistema financiero, ya que no habrá bancos.
El principal reclamo es que el gobierno elimine el impuesto a las Ganancias para los empleados en relación de dependencia, pero en especial cuestionar las la alianza que el gobierno de Fernández concretó con los gremios "gordos", como UOCRA, Sanidad, UPCN y Mercantiles, entre otros, y con la CTA de Hugo Yasky, dejando fuera de juego a Moyano y Micheli.
Moyano adelantó que la huelga será "fuerte" y sumó adhesiones de Federación Agraria, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa.
Junto a Micheli, apuestan al impacto los cortes y piquetes programados en todo el país.
Este martes será un día difícl, sobre todo en la Capital Federal, donde hay una amenaza de bloqueos en los accesos a la ciudad, en Retiro y en Constitución.
Por la tarde, la CTA se movilizará a la Plaza de Mayo, pero en esa marcha no estará la CGT de Moyano. Como los gremios oficialistas -como colectiveros y taxis- no participarán, parte del transporte funcionará, por lo que los organizadores de la huelga harán cortes de rutas, vías y calles, para frenar el flujo de tránsito.
Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria, se ilusionó incluso con lograr un impacto similar al que consiguieron las entidades agropecuarias durante la crisis del campo, en 2008.
Al paro también adhirieron los cuerpos de delegados de algunos gremios alineados con el Gobierno, como Alimentación, la Unión Ferroviaria, los colectiveros de UTA, y en algunas seccionales de Luz y Fuerza y de los mecánicos del Smata.
Moyano consideró que el paro tendrá "una adhesión importante, porque hemos tenido contactos con muchos sectores de la sociedad, más allá de los trabajadores; inclusive, con sectores de trabajadores cuyo secretario general o cuya organización gremial está en otro sector del movimiento obrero". Además del reclamo por Ganancias, las centrales gremiales opositoras exigen la universalización de las asignaciones familiares y el pago de la deuda que mantiene el Estado con las obras sociales sindicales, y un aumento de emergencia para los jubilados.
También reclaman una suma fija de 4.000 pesos como compensación del impuesto al trabajo y que el Gobierno reconozca que la inflación es superior a la que calcula mensualmente el Indec.