Rodeada de gobernadores que tenían ganas de no salir en la foto, la presidenta Cristina Fernández admitió hoy que su gobierno atraviesa el "peor momento" desde que asumió en el 2007.

Lo hizo casi en forma inconsciente, al señalar que "en los peores momentos es cuando se conocen a los verdaderos dirigentes". Ya sabía por informes de la SIDE que la marcha del 8N sería multitudinaria, y en casi todo el país.

La mandataria, que debería soportar luego que los manifestantes rodearan la residencia de Olivos, destacó el proceso de desendeudamiento y de sustitución de importación que se llevan adelante desde 2003. También defendió las restricciones a la compra de dólares y la reestatización de Aerolíneas Argentinas.

"Hay una nueva construcción política no solo en la Argentina sino también en la región que cuida la cultura, la educación, la entrega de viviendas", dijo y resaltó que "desde 2003 se recuperó el trabajo, el Estado llegó con una vivienda, una ruta, una autovía, un aeropuerto".

Al destacar la "recuperación" de la línea de bandera sostuvo que ahora "Aerolíneas llega a todas partes" y que cuando volvió al control estatal "la recibimos sin nada, solamente con sus trabajadores, endeuda, sin aviones, sin simuladores", mientras que "hoy tiene la flota más moderna de América latina, con simuladores propios" para que "los pilotos no tengan que ir a capacitarse al exterior".

"Los privados van solo a los lugares donde se son rentable. Todos se pelean por la ruta a Puerto Iguazú, Mar del Plata, El Calafate. Aerolíneas Argentinas va a las 23 provincias para que todos estemos conectados", expresó y enumeró destinos como Santiago del Estero, Catamarca, Corrientes y San Juan. "Tiene que estar el Estado conectando a los argentinos. Este inmenso sacrificio que hacemos es para tener una mejor calidad de vida", agregó.

"Muchos se preguntan cuando cuento del superávit comercial '¿y a mí que me importa?'. No saben lo importante que es para la vida de todos nosotros la diferencia entre lo que tenemos que comprar y las exportaciones. Los dólares nos permiten pagar las importaciones y hacernos cargo de la deuda externa", afirmó.

Al recordar la figura de su esposo, la jefa de Estado dijo que "a él lo indignaba la pobreza, que era un hombre del siglo XXI, que quería un país moderno, desarrollado, con industria" y que por esa convicciones dio "tanta pelea para lograr desendeudar a los argentinos".

"La deuda era una espada de Damocles que no nos permitía crecer, generar recursos, industria. Él peleó tanto que pelando se le fue la vida. Peleó por el país. Estoy segura que de poder haber elegido una forma de partir hubiera sido esa", completó.

Al repasar cómo hacía Kirchner frente a situaciones adversas, como la pelea con el campo o la derrota electoral de las legislativas de 2009, Cristina aseguró que "nadie podrá recordarlo jamás ni huyendo, ni no haciéndose cargo ni en la derrota, ni bajando la cabeza". Y agregó: "Cuando sentía que no estaba fuerte más erguía la cabeza, eso me trasmitió a mí: no aflojar jamás, ni en los peores momentos, porque ahí se ven los verdaderos dirigentes".