En una etapa muy personal de su vida, siendo noticia cada día como desde hace 35 años, Diego Maradona festeja este martes 52 años, y su vigencia mundial aún lo tiene en el primer plano y su figura, donde se encuentre, es un punto de atracción universal.

Es el "D10S" pagano del fútbol, el "vengador" de las causas argentinas, futbolísticas y sociales, la bandera polémica que mucho levantan como símbolo y otros critican desde sus manejos en la vida personal hasta sus posturas "políticamente correctas” y a veces” incorrectas".

Sin embargo, a la hora de rememorar sus hazañas futbolísticamente, su entrega de héroe inmortal de la selección nacional, todo un país se encolumna detrás de sus jugadas, goles y triunfos. Nadie quiere quedar afuera.


Artista único y hombre que trasciende su propio tiempo y lo hace eterno, sigue su pelea diaria contra su pasado de gloria y adicciones, para en este momento de su vida recuperar, en la madurez, un punto de equilibrio que pide a gritos, para vivir como un "tipo normal".

Se podría recordar como un camino cronológico cada uno de sus hitos desde su aparición en un programa televisivo en 1971 haciendo jueguitos con la pelota y soñando con ganar un mundial, para pasar a su debut en Argentinos Juniors en 1976, su título mundial juvenil en 1979, su paso por Boca campeón en 1981, junto al Barcelona y el amor eterno del Nápoli y por supuesto, la gloria de 1986, pero esas son figuritas del álbum que todos tienen en su memoria emotiva.

Diego es hoy, con sus circunstancias, con sus ganas de dar un poco más, de demostrar--como si tuviera que hacerlo-- sus capacidades, de vivir en el fútbol, el único escenario donde es feliz, desde el lugar que le toque.

"Siento culpa por la Cocaína. Hoy me podrán decir que estoy bien, que estoy mejor, o que estoy mejor que antes. Pero nadie está dentro mío, yo sé las culpas que tengo, y no lo puedo remediar", confesó hace unos años en el excelente documental que realizó Emir Kusturica, donde desnudó sus propias deudas y esas ganas de seguir dando pelea.

Diego ovacionado y seguido como un santo pagano en la India o en cualquier punto de planeta, con el fantasma de Lionel Messi acercándose día a día para tomar el trono y entender que la vida propone esos cambios, y también asumiendo que la gran "culpa" sobre la existencia de un talento como la "pulga" es también su responsabilidad.

Con su imagen concreta del ADN mas argentino, Maradona ahí parado este 30 de octubre de 2012 con sus flamantes 52 años, tan vivo como eterno, tan humano como irrepetible, tan simplemente, el de siempre, el "Diego de la gente"