La secretaria de Estado norteamericana señalò que el presidente George Bush descartarìa toda ley que pida sacar a los soldados de Irak. La postura es dura e inflexible
La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, afirmó hoy que el presidente Bush desacataría toda ley aprobada por el Congreso para retirar las tropas emplazadas en Irak.
"El presidente va a hacer, como comandante en jefe, lo que el país necesita que se haga'', dijo Rice cuando se le preguntó si Bush se sentiría obligado a cumplir las propuestas que llaman a retirar las tropas a partir de 120 días.
La funcionaria señaló que el general David Petraeus, el nuevo comandante estadounidense en Irak, ha expresado su apoyo al incremento de tropas propuesto por el presidente. "No puedo imaginar una circunstancia en la que es algo bueno que la flexibilidad de los militares en el terreno sea restringida por gente sentada aquí en Washington, en el Congreso'', dijo la secretaria de Estado.
Muchos demócratas, ahora el partido mayoritario en el Congreso, se oponen a plan de de Bush de enviar 21.500 soldados más a Irak y están considerando diversas opciones incluyendo revocar la resolución de 2002 que autorizó la invasión a Irak.
Una de esas propuestas, que está siendo preparada por senadores demócratas y que deberá ser presentada esta semana, retiraría algunas unidades de combate y limitaría las tropas estadounidenses a la lucha contra terroristas de Al Qaeda, el entrenamiento de las fuerzas iraquíes y la seguridad de la frontera.
El senador demócrata Carl Levin, jefe del Comité de Servicios Armados, dijo que es apropiado limitar la resolución de 2002 ahora que la situación en Irak se ha deteriorado. "Es obligación del Congreso establecer controles a un presidente cuando la política de éste está equivocada", dijo Levin. El senador opinó que "este no es un incremento, sino una zambullida en Bagdad y en medio de una guerra civil y concluyó que "estamos tratando de cambiar la política, el presidente necesita controles".