Un hecho increíble sucedió este miércoles en Resistencia con la suspensión por falta de luz del partido entre los seleccionados de Argentina y Brasil, en el denominado Superclásico de las Américas , y que tranquilamente puede catalogarse como un papelón internacional.

El partido estaba programado para las 22:00 y, cuando iba a comenzar, se apagaron los focos, luego empezaron a volver lentamente, pero, luego de 40 minutos, el árbitro chileno, Enrique Osses, decidió que los jugadores, que aguardaban en la cancha, volvieran a los vestuarios, para definirlo, a las 23:00. Finalmente, no hubo acción.

Este hecho que viene sucediendo muy seguido en el fútbol domestico y que demuestra el nivel de falta de infraestructura en el deporte que está en la actualidad manejado por el Estado, deja en claro la falta de previsión y cierto manejo de irresponsabilidad por quienes tiene el rol de asegurar un buen espectáculo deportivo.

El partido que se suspendió no es justamente uno de la liga local, sino uno de los tres choques mas atractivos del planeta fútbol y que tiene la atención mundial y miles de dólares invertidos, ya sea a nivel organización o televisación internacional.

El gobernador local, Jorge Capitanich, uno de los propulsores de llevar este choque a su provincia para el disfrute de miles de chaqueños hizo una gran campaña en su cuenta de Twitter anunciando, casi minuto a minuto, la llegada del choque.

El martes, sin ir mas lejos escribió: "Todo listo para el #SuperclásicoDeLasAméricas! El seleccionado argentino ya está en Chaco. Mañana viviremos una jornada inolvidable.", verdaderamente un visionario el mandatario provincial

Sin fechas posibles el choque quedó suspendido permanentemente por este año, y quedó registrado para las estadísticas, el resultado del partido de ida donde Brasil ganó por 2 a 1.

En medio de un estado de vergüenza, en Resistencia, no hubo "Fútbol para todos"