Serán la CGT oficialista, pero no comen vidrio. Los dirigentes de la denominada CGT Alsina o kirchnerista también descreen de las absurdas estadisticas de Indec.

Saben que la inflación es superior al 20% y que en la Argentina se produjo una devaluación del 35 por ciento del peso, que llevo el dóar a 6,35 en el mercado paralelo, el único en el cual se puede adquirir divisa para atesoramiento o pagar deudas en esa moneda, ya la AFIP no autoriza esas operacines.

En la CGT K -que quedará conformada oficialmente el miércoles- también reclaman una reforma tributaria porque consideran que se está perdiendo el poder adquisitivo del salario.

Esta central aún no logró decidir quién será su líder, pero sí pudo unificar su postura sobre cuestiones concretas, reflejadas en un documento de 16 puntos. "No creo en el Indec. Tenemos la canasta básica metalúrgica, y la inflación que nos da está entre 23 y 24%", avisó el jefe de la UOM, Antonio Caló, candidato a conducir la nueva CGT.

El estatal Andrés Rodríguez (UPCN) apuntó contra las mediciones oficiales de la inflación. "Cuando vamos a una paritaria, no hablamos de la oficialidad del Indec, sino de lo que nosotros percibimos realmente", aclaró, en linea con lo que pregona su enemigo político, el camionero Hugo Moyano, quien medita ser candidato a diputado nacional en el 2013.

El reclamo por subir el mínimo no imponible de Ganancias será un tema clave también para esta central gremial. "Me río cuando dicen que somos la CGT Balcarce. Algún mote le tienen que poner. El tiempo dirá si ésa es la realidad", dijo Caló a LA NACION.

Caló tene razones objetivas para ser kirchnerista: en el 2001 la UOM estaba destruida, con aenas 60.000 afiliados y en concurso de acreedores con 200 millones de pesos en deuda.

Con el nuevo modelo tienen 230.000 afiliados, el concurso casi cerrado y un patrimonio de 500 millones de pesos.