"Gritan y hacen escándalos si no les gusta la respuesta que les doy", respondió cuando le preguntaron por qué no daba conferencias de prensa
La presidenta Cristina Kirchner criticó hoy el rol de la prensa en la Argentina y aseguró que "los periodistas argentinos gritan y hacen escándalos si no les gusta la respuesta" que ella otorga cuando le realizan preguntas.
"Con la prensa hablo muchísimo. Lo que sucede es que en la Argentina no hablar con la prensa es no decir lo que ellos quieren escuchar. Cuando un periodista me pregunta, le respondo. Algunos periodistas dicen que no hablo porque no les gustan mis respuestas", afirmó la mandataria.
Cristina negó que no hable con la prensa, al encabezar el acto inaugural de la "Cátedra Argentina" de la Escuela de Política Exterior de la Universidad de Georgetown, en Washington, en su tercera jornada en los Estados Unidos.
Un estudiante de esa casa de altos estudios estadounidense llamado Gabin y proveniente de la ciudad de Míchigan pidió el micrófono para hacer una pregunta en un pobre español e interrogó sobre la relación de la mandataria con la prensa en la Argentina, aunque fue cortado por la Presidenta antes de terminar.
"No es así. Es mentira eso de que hace años no hablo con la prensa", respondió la mandataria con una sonrisa en su rostro, aunque rápidamente se puso muy seria y reconoció: "No (hablo con periodistas) por medios regulares, cada quince días o por conferencias".
La jefa de Estado sostuvo que "cuando a un periodista no le gusta algo comienza a gritar y a hacer escándalos".
"Le ha tocado (presenciarlo) a uno de mis ministros. En la Argentina si no les gusta la respuesta gritan, tiran... tiran... Un día nos patearon una puerta. Fue el cronista de un diario centenario", aseveró la mandataria.
Apuntó también que "algunos periodistas creen que el entrevistador es más importante que el entrevistado o lo que este pueda decir" y aclaró que ella y su Gobierno "respetan la publicidad de los actos".
La Presidenta dijo que "no hay periodismo independiente en la Argentina ni en ninguna parte del mundo porque todos responden a un interés y cada uno mira al escenario, cualquiera sea, desde "un lado".
Agregó que "no hubo otra presidenta más agraviada en la historia de la Argentina" y recordó que ella fue quien envió al Congreso el proyecto de ley para eliminar el delito de calumnia e injuria.