Los usa el gobierno para combatir lo que denomina "cadena nacional del miedo". Una maquinaria de propaganda que hasta Goebbles envidiaría
El Gobierno destina más de 7.000 millones de pesos anuales de los contribuyentes para combatir lo que considera una "cadena nacional del miedo" liderada por el multimedios Clarín.
La cifra aún no permitió sostener el relato oficial sobre la realidad y la historia argentina pero al menos, creen en la Casa Rosada, posibilitó la reelección de Cristina Fernández y, si los vientos son propicios, contribuirá a la obtención de la posibilidad de reelección indefinida.
Hace una semana, Fútbol para Todos fue lo más visto del día, con 22.6 puntos medidos por el partido entre Vélez y River.
En el momento de mayor audiencia, se difundieron cuatro spots publicitarios de Presidencia de la Nación.
El eje del relato oficial es que el crecimiento y la transformación nacional sólo pueden ser sostenidos por Cristina Fernández, a través de una maquinaria que hasta Joseph Goebbles, el temido propagandista nazi, envidiaría. Un día antes, la publicidad del Gobierno había tenido mensajes de otro voltaje político, y en entretiempo de Argentinos Juniors-All Boys, difundió un corto audiovisual producido por el programa 6,7,8 contra los cacerolazos de ese jueves, mientras que lo mismo había hecho el 19 de agosto con un spot a través del cual le avisaba al gobernador cordobés, Juan Manuel de la Sota, que no se le iba a pagar la deuda previsional. Y el 13 de ese mismo mes, en medio del paro de subtes, con un aviso contra el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri.
Desde su creación, en agosto de 2009, el programa Fútbol para Todos demandó ya un gasto cercano a los $ 4000 millones.
En 2012, los clubes de fútbol recibirán $1128 millones, mientras que el costo estimado de producción de todas las transmisiones se acerca ya a los $250 millones.
A través de esos fondos también se financian películas como Eva y Perón, telenovelas como El Pacto, programas como 6,7,8 y se dirige la pauta oficial hacia diarios y revistas que nutren con sus tapas la batalla mediática del momento, sea ésta contra un diario, un empresario, un gobernador díscolo o un intendente bonaerense. La suma de fondos destinados a alimentar la maquinaria que emite el mensaje oficial asciende a unos $7143 millones, equivalentes al 1,42% del presupuesto nacional, publica el diario La Nación.
El sistema de Televisión Digital Abierta (TDA), creado en agosto de 2009 bajo la órbita del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, se nutre de una caja tan poderosa como la del Fútbol para Todos, y menos expuesta al control público.
Con esto se busca armar una infraestructura propia de transmisión, desde la que hoy puede emitir TV, Internet por banda ancha y, en un año más, telefonía móvil, y desarrollar acuerdos con instituciones públicas, como el Incaa, universidades y productores televisivos privados, para nutrir una red de generación de contenidos con los que llega a un público ya cautivo, pero que en 2013 estará al alcance de la mano para todos los que accedan a un smartphone o un aparato celular fabricado en Tierra del Fuego. La televisión digital oficial llega a un millón de beneficiarios de planes sociales. Los receptores satelitales permiten ver Encuentro, Paka-Paka, Incaa TV, 360 TV, Tecnópolis TV, Telesur y la Televisión Pública, además de CN23, C5N, Canal 26 y América24, pero nunca ni El Trece ni Todo Noticias (TN), del grupo Clarín.
Una de las tareas de Télam es, justamente, el pago de la publicidad oficial. En 2012, según un informe de la Asociación de Personal y Organismos de Control (APOC) basado en datos oficiales, el Gobierno tiene previsto invertir $550 millones en concepto de publicidad y propaganda a ser publicada en distintos medios periodísticos.
La lista de grupos mediáticos que lidera la recepción de esa pauta la integran Telefé, con un aporte superior a $37 millones; Balkbrug S.A., Comunidad Virtual S.A. y Soluciones Logísticas S.A. (Grupo Szpolski), $ 36 millones; Telearte (Canal 9), $ 24 millones; América TV S.A., $22 millones; Página 12, casi $19 millones; Diario Popular, $10 millones y medio, y C5N, con $6,5 millones. Una historia negra tiene filosos puntos de contacto con esta idea. En 1938, con el insinuante ascenso de Hitler, en Alemania se fabricaron los Volksempfänger ('receptores del pueblo'), a pedido de Joseph Goebbels, jefe de la Propaganda del régimen.
El propósito era hacer posible que el público en general tuviera acceso a un aparato para escuchar radio, pero Goebbels se dio cuenta rápido del gran potencial que tenía este medio para difundir propaganda y por ello consideró muy importante que los equipos de radio fueran fácilmente accesibles, a tal punto que bautizó el programa como "Radio para todos".
Todos los Volksempfänger habían sido diseñados para captar solamente emisoras de radio locales, y así el régimen se aseguraba que pudieran oír fácilmente las emisiones de propaganda nazi, y no otros medios como el BBC World Service.