Convencida de que necesitará a un sector de la clase media si quiere obtener la reelección indefinida, la presidenta Cristina Fernández ordenó a sectores ultrakirchneristas enrolados en "Unidos y Organizados" bajar definitivamente la amplia movilización que pretendían realizar el 27 de septiembre próximo, segundo aniversario de la muerte de Néstor Kirchner, como señal de "escarmiento" a quienes se animaron a salir a las calles en todo el país para protestar contra una decena de políticas gubernamentales que los afectan. Así, los dirigentes de Unidos y Organizados, movimiento promotor el cristinismo puro, aceptaron que el 27 de octubre, día que se cumplen dos años del fallecimiento de Néstor Kirchner, no deben salir a la calle, y a cambio realizarán una generosa pegatina de afiches elogiando la figura de Kirchner y pidiendo la chance de otra reelección para Cristina, quien por ahora está impedida de presentarse por la Constitución Nacional.

El sonoro cacerolazo de hace dos jueves había caldeado los ánimos del ultrakirchnerismo, que estaba deseoso de demostrar su poder de movilización, y el secretario de Cultura, Jorge Coscia, incluso había advertido: "Nosotros sí sabemos ganar la calle", en una frase que sonó a amenaza. Desde el día que Coscia pronunció esas palabras, nunca más habló, e incluso la Presidenta pidió "bajar un cambio" al jefe de Gobierno y principal candidato opositor para las presidenciales del 2015, Mauricio Macri, en pos de construir viviendas del Plan Procrear en la Ciudad de Buenos Aires.

Pero "Unidos y Organizados" no se quedó con las manos vacías. Martín Sabbatella, de Nuevo Encuentro, será el ejecutor de la ley de Medios y el agrupamiento tendrá el financiamiento necesario para nacionalizar su estructura.

Esta corriente que pregona el "cristinismo puro" la integran La Cámpora, Kolina, Movimiento Evita, Túpac Amaru, la CTA, Nuevo Encuentro, Miles y la JP Descamisados.

El 27/9 solo harán un acto homenaje al ex presidente Kirchner.