Acelerados, con tiempos electorales ya en puerta, el oficialismo no demorará más de 10 días para impulsar desde el Senado su proyecto de voto optativo de jóvenes entre 16 y 18 años y así se prevé que en menos de un mes ya podría contar con una ley en sus manos.

Sin embargo, esa no es la única iniciativa de modificación del Código electoral, también impulsaran el del voto de extranjero y que garantizarían más de 3 millones de nuevo votantes.

El "ideólogo" de esta iniciativa, que nació en la Casa Rosada y tiene en el senador Aníbal Fernández su gran ariete en el Congreso ya adelantó que el debate arrancará el próximos jueves en la Comisión respectiva.

De sancionarse, la ley le significará al oficialismo un triunfo a dos puntas. No sólo porque sumará una masa de jóvenes votantes afines, sino también porque dividirá -otra vez- a la oposición en el Congreso.

En este escenario todo parece estar del lado del oficialismo ya que el Frente Amplio Progresista (FAP) confirmó su apoyo, mientras que buena parte de la oposición se dirime en un discurso ambiguo y confuso.

En el radicalismo predominaría la idea de apoyar el voto joven, pero que sea obligatorio, no optativo como pretende el oficialismo. Así lo anticipó el jefe del bloque de diputados de la UCR, Ricardo Gil Lavedra.

El bloque de Pro resolverá su postura sólo la semana próxima ante las disidencias internas que este tema generó. Sin embargo, el jefe de Gabinete de Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, ya anticipó su apoyo. "Es a título personal", aclaró.

Quienes no tienen duda alguna de que rechazarán el proyecto son los peronistas disidentes agrupados en el Frente Peronista y la diputada Patricia Bullrich (Unión por Todos), quien calificó de "irresponsable" la propuesta del kirchnerismo.