Sin Matt Damon, la cuarta parte de la saga apela a una vuelta de tuerca en la historia. Nuevo protagonista y escenas de acción. TRAILER
La cuarta parte de la saga del espía Bourne llega con muchas novedades y sorpresas sin alejarse de la historia original, pero debe pelear con el recuerdo muy fuerte de su ex protagonista Matt Damon, ausente en este film y una vuelta de tuerca al guión que pretende atrapar al espectador.
En "El Legado Bourne" Jeremy Renner (visto en Vivir al límite, Misión: Imposible - Protocolo Fantasma y The Avengers: Los Vengadores) es quien encarna a un agente secreto (Aaron Cross) que debe emprender una carrera contra el tiempo y apelar a su proverbial inteligencia y a sus múltiples habilidades físicas para escapar de sus propios jefes, que intentan destruir todo vestigio del "Programa", proyecto que intentó generar -con la ayuda de químicos y experimentos genéticos- verdaderos superhombres.
El film esta dirigido por Tony Gilroy, el guionista de las tres primera películas que contó la historia de Jason Bourne y que ya tenía en su curricula como Michael Clayton y Duplicidad.
De eso se trata El legado Bourne: servicios de inteligencia dominados por seres despiadados, científicos sin escrúpulos, poderosas corporaciones, drogas sintéticas, escenas ambientadas en distintas zonas del mundo (desde Alaska a Filipinas, pasando por Europa y Corea del Sur) y muchas e intensas persecuciones: a pie, en auto y en moto.
Solo hya que permitirse "soportar" la primera parte del relato, un poco más rebuscada y confusa que en las entregas anteriores, mientras que la segunda mitad ofrece varias secuencias de acción en plenas calles y autopistas, construidas a pura tensión y adrenalina, y que no decepcionaran.