Son los hermanos Díaz, presos por el secuestro y muerte de Axel en 2004, y ahora militantes de la agrupación K. Juan Carlos Blumberg pretende saber si hicieron salidas de la cárcel
En una pesadilla que cada vez se parece más a la liberación sin criterio alguno de presos desatada por el camporismo en 1973, dos hermanos que cumplen prisión por el impactante asesinato de Axel Blumberg, el joven al que tenían secuestrado y cuyo caso generó movilizaciones masivas en la Argentina durante el 2004, se habrían integrado al "Vatayón militante", la agrupación ultracristinista que organiza las salidas recreativas para detenidos llevándolos a actos culturales pro gobierno.
Según informa el diario Clarín, se trata de los hermanos José Jerónimo y Carlos Díaz.
Jerónimo, alias “el Negro”, ejecutó a Axel Blumberg en marzo de 2004: le disparó un tiro en la cabeza porque el joven le había visto la cara a parte de banda, tras un intento de fuga. “Yo lo quiero matar”, habría dicho el asesino la madrugada del 23 de marzo de aquel año, según declaró su propio hermano menor, Carlos Díaz, durante el juicio.
Fueron condenados y cumplen su condena en la cárcel de Ezeiza.
Fuentes del Servicio Penitenciario Federal le confirmaron a Clarín que ambos se sumaron a las filas de Vatayón Militante, la agrupación K que -aunque parezca insólito- lidera en la práctica el jefe del Servicio Penitenciario Federal, Víctor Hortel.
En 1973, bajo la presidencia de Cámpora, se firmó un decreto por el cual se ordenaba la liberación de los presos políticos.
Pero la medida fue desbordada, y un grupo de dirigentes del ala izquierda del peronismo, incluido diputados nacionales, encabezaron marchas masivas a las puertas de las cárceles y liberaron de factor y sin criterio algunos a detenidos en distintos penales, aún antes de que Cámpora -al fin y al cabo un títere de Juan Perón- alcanzara a firmar el decreto en cuestión.
La debilidad de cierto sector de cristinismo, al que algunos analistas ya empiezan a considerar un "etapa superior -pero mediocre- del kirchnerismo" por sectores marginales o, en este caso, reos, parece ir en aumento, bajo una lógica de "reinserción cultural" que fue defendida por la propia presidenta Cristina Fernández, quien en una de sus últimas apariciones por cadena nacional reinvindicó a los barrabravas.
Ahora se informó los hermanos Díaz integran la lista de 'presos famosos' tentados por los beneficios de pertenecer a esa agrupación política con inserción dentro de las cárceles.
La lista incluye, además, a Eduardo Vásquez, el ex baterista Callejeros condenado por haber quemado a su esposa Wanda Taddei; Rubén “Oveja” Pintos, barrabrava de Ríver condenado por el crimen de Gonzalo Acro; y Cristian Favale, acusado de matar al militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra. El mayor de los Díaz es, sin duda, de los presos más conflictivos: "Es muy agresivo y no tenía ganas de reinsertarse, siempre buscaba algún beneficio”, narró a Clarín la integrante de una ONG que trabajaba en Ezeiza y solía visitarlo.
“El año pasado se casó con Verónica dentro de la cárcel y no había nadie”, indicó la misma fuente. Ni siquiera fueron sus familiares.
Durante el juicio, “el Negro” dio la nota varias veces porque solía reírse mientras declaraban los testigos. Pero su lado más perverso lo expuso a fines de 2004: desde el penal, llamó a la casa de Juan Carlos Blumberg y le pidió una reunión.
“Sos el degenerado que mató a Axel”, lo frenó el empresario antes de cortar.
En 2006, el Tribunal Oral Federal N° 2 de San Martín lo condenó a reclusión perpetua al igual que a Martín “el Oso” Peralta, el jefe de la banda.
Actualmente está alojado en el módulo 3 de Ezeiza, el más peligroso de ese penal , donde algunos sectores se denominan la "villa" por las condiciones en las que se vive.
Vatayón Militante se concentró en los módulos 1 y 2, y el mayor de los Díaz se acercó primero a otra ONG y se registró con estos datos personales: 30 años, casado, cinco hijos, trabaja en la cocina y juega bien al fútbol.
Pronto se dio cuenta de las ventajas que podían obtener y este año se pasó a la agrupación K.
Según fuentes penitenciarias, participó en al menos uno de los festivales realizados dentro de la cárcel (donde ya se demostró que se realizaba adoctrinamiento político), y de otra actividad que hizo Vatayón en el módulo 3.
El escándalo mediático no le habría dado tiempo para salir del penal: "Mis abogados se van a presentar mañana en la Justicia para saber si hubo salidas", le dijo Blumberg a Clarín luego de reaccionar con “asombro” ante la noticia.
El menor de los Díaz, condenado a 20 años de prisión porque era menor al momento del crimen de Axel, siguió los pasos de su hermano.
Alojado también en el módulo 3, se unió tardíamente al Vatayón. “Es muy distinto al mayor, es más pensante”, contó una integrante de una ONG que ingresaba hasta hace un mes al penal.
Tras el escándalo de las salidas y del sistema de privilegios que reveló Clarín, los militantes de Vatayón dejaron de frecuentar las tres cárceles donde actuaban.
Además, el jefe del Servicio Penitenciario y los jueces que autorizaron fueron denunciados ante la Justicia.