El mercado inmobiliario profundizó su derrumbe en junio, con una caída del 17,2 por ciento respecto del mismo mes del 2011, como onsecuencia de la prohibición de acceso a la compra de dólares que se vio obligado a adoptar el gobierno ante la fuga de capitales y la necesidad de divisas para importar energía y pagar deuda.

El rubro inmobiliario, y por consiguiente la construcción, son los sectores donde el "cepo cambiario" está impactando con más dureza, agravando los síntomas de recesión que ya se mencionan desde distintas consultoras y con cientos de miles de suspendidos.

Según datos del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, en junio último se firmaron 4.757 escrituras.

El monto total fue de 2.411,5 millones de pesos, con un aumento del 4,6% respecto de un año atrás.

El relevamiento del Colegio de Escribanos detectó la séptima caída interanual en forma consecutiva y la quinta en el año a tasas de dos dígitos porcentuales, fenómeno que no se verificaba desde la crisis del segundo semestre de 2009, cuando "el mercado local se vio limitado por la crisis financiera y fiscal internacional, que aún persiste", indicó la entidad.

El monto de las transacciones ascendió a $ 2.411,5 millones, 4,6% superior al que alcanzó un año antes y equivalente a u$s 535,8 millones al tipo de cambio que informa el Banco Central, lo cual refleja un alza en el precio de las propiedades.

De la relación entre el monto total de las operaciones y los actos anotados surgió un valor promedio de $ 506.927, equivalente a u$s 112.650, al tipo de cambio medio del mes oficial de $ 4,50 por dólar.

"Esos valores significaron volver a niveles más próximos a los que se habían registrado en enero último", explicó la institución.

En comparación con un año atrás subieron 26,4% en pesos y 15,2% en la conversión a moneda norteamericana.

El importe medio de los actos escriturales subió al equivalente a 90,1 salarios promedio de la economía, se ubicó en un nivel próximo al anotado en marzo y se alejó del mínimo de 79,1 veces anotado en abril último.

Se explica fundamentalmente por el aumento de las operaciones en la franja de mayor valor, indicó el Colegio de Escribanos porteño.

Respecto de mayo se notó un virtual estancamiento, ya que los actos apenas se elevaron 1,9%, aunque más allá de la cautela que mantuvo el mercado en respuesta a las restricciones a la venta de divisas también para las operaciones inmobiliarias, en valores desestacionalizados aumentó 22,8 por ciento.

La apertura de los registros escriturales en cinco segmentos, por rango de montos, el corte de la racha alcista que en los cuatro meses previos había mostrado la participación de las unidades de menos de $ 150.000, es decir con un máximo equivalente a alrededor de u$s 34.000, al significar ahora poco menos del 14,5% del total, a favor de las escalas superiores, en particular las franjas premium, de más de $ 900.000 que ahora representaron 8,1% del mercado total, aunque todavía lejos del pico de 10% de enero último.

De este modo, vuelve a acrecentarse la mayor incidencia de los inmuebles con más amplias prestaciones, en términos de dimensiones como de ubicaciones en la Ciudad.

En términos absolutos, el mercado se mantuvo concentrado en el rango intermedio de 250 a 500 mil pesos, con poco más del 39% del total de las escrituras.