Muchas expectativas con un nuevo film del genial director que por momentos se queda a mitad de camino. Woody se reservó un papel como actor
Woody Allen parece últimamente repetirse mucho ese afán por querer filmar seguido y Europa lo tiene con las ideas menos creativas en tan poco tiempo de elaboración y esos altibajos presenta su último film, "A Roma con amor", que se estrena este jueves en Argentina, pero que de todas maneras tiene para los seguidores del director grandes momentos para aprovechar.
Esos momentos son parte de estos vaivenes que se plantearon anteriormente y que no logran sostenerse a lo largo de todos los minutos de la película, pero en este juego de códigos de Allen con su público, hace que estos no se sientan tan defraudados.
Para esta película, donde el director se recrea con la ciudad eterna, Allen se reservó un papel para volver a actuar, luego de carios años de retiro voluntario, junto a la actriz Judy Davis, donde forman parte de una pareja muy alocada --en una de las cuatro historias que tiene el guión-- y donde se disparan los mejores diálogos con la filosa lengua de Allen y su eterno y sabios cuestionamientos.
El resto decae un poco pero tiene grandes actuaciones como la española, Penélope Cruz, como una prostituta de antología y el actor Alex Baldwin con un sólido papel , junto a otras caras menos conocidas, pero mu efectivas como Jesse Eisenberg, Ellen Page, Fabio Armiliato y Antonio Albanese.
Un Woody Allen autentico en estos últimos tiempos, con subidas y bajadas, pero para quienes aceptan sus guiños, muy disfrutable.