La presidenta Cristina Kirchner aseguró hoy que pasará su "viejo plazo fijo" nominado en dólares -que rondaría los 3 millones- a pesos, por considerar que es "más rentable", y le pidió a sus "amigos, empresarios y funcionarios" adoptar la misma decisión.

La jefa de Estado buscó así dar un golpe de efecto justo en el momento en que el mercado cambiario atraviesa su etapa de mayor incertidumbre desde que el kirchnerismo llegó al poder en mayo de 2003, con las compras de divisas casi prohibidas en el segmento oficial y un mercado paralelo que se terminó convirtiendo en referencia obligada para los negocios y cálculos de costos.

Pero en su discurso, la Presidenta evitó explicar por qué es imposible comprar dólares en casas de cambio y bancos a la cotización oficial, ni tampoco dio pistas sobre hasta cuándo regirá el cepo cambiario, que es el tema que más la interesa a la gente en lo que respecta al divisa estadounidense.

La jefa de Estado incluso presionó a sus funcionarios para que sigan su mismo camino y apuntó en especial al senador y ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández, quien había asegurado que no tenía previsto vender sus divisas por no era "tonto".

"Vos Aníbal (Fernández) estás primero en la fila y con bonete", retó la mandataria al senador kirchnerista, que días atrás había asegurado que ahorraba en dólares porque se le "antoja".

La jefa de Estado reveló que tiene "un solo plazo fijo bastante viejo" emitido en la divisa estadounidense, y prometió que lo pasará a la moneda nacional porque "es mas rentable tener el dinero en pesos que en dólares".

Según su última declaración jurada conocida, ese plazo fijo superaría los 3 millones de dólares.

La mandataria dijo que tomará la iniciativa de reconvertir sus ahorros tras un pedido explícito en radio del periodista Víctor Hugo Morales, por lo que reconoció que ella debe "predicar con el ejemplo".

"Quiero decirle Víctor Hugo que voy a poner mis ahorros en pesos y espero que usted cumpla la palabra", dijo la mandataria, ya que el reconocido relator había dicho que vendería sus divisas.

También interpeló a varios de sus funcionarios: "¿Usted (Guillermo) Moreno no?", le dijo al secretario de Comercio Interior, quien sonreía entre el público.

Cristina sostuvo: "Vivimos en una Argentina en la que uno puede escuchar cosas sensatas y coherentes, pero también estupideces", al quejarse de quienes cuestionan la política cambiaria, como lo hizo Roberto Lavagna, el ministro de Economía de gran parte del gobierno de su esposo y señalado como el verdadero responsable de la recuperación económicas tras la debacle del 2001.

La Presidenta también criticó a quienes presentaron acciones de amparo ante la Justicia para poder comprar dólares contra las restricciones que impuso el Gobierno, al sostener que "si la dolarización hubiera triunfado, los argentinos estaríamos todos muertos".

"¿Lo que me llama la atención es que haya comunicadores que pidan dolarizar la economía. ¿Se olvidan todo lo que pasó en 2001? Se olvidan de que este agosto recién van a cobrar el último vencimiento de los boden 2012 con el que los chaparon porque no podían pagarles?", disparó.