Las víctimas integraban la Guardia Revolucionaria, un organismo militar independiente de las Fuerzas Armadas. El ataque fue perpetrado con un coche bomba
Irán se vio sacudido hoy por un atentado dirigido contra la Guardia Revolucionaria, un grupo militar de elite independiente de las Fuerzas Armadas, que dejó por lo menos 11 muertos y 30 heridos en las afueras de la ciudad de Zahedan, cerca de la frontera con Pakistán y Afganistán.
Un artefacto explosivo escondido en un auto estalló en una calle de esa ciudad al paso de un micro que transportaba a miembros de la Guardia Revolucionaria.
Según las agencias de noticias iraníes, el auto se detuvo delante del autobús con el pretexto de haber sufrido una avería. Inmediatamente, cuatro hombres que se encontraban dentro del vehículo se bajaron y huyeron del lugar en motos que ya estaban en el lugar. Luego estalló la bomba.
Tras el hecho, fueron detenidas al menos cinco personas de las que no se brindó mayor información.
Aunque ningún grupo en particular se atribuyó ni fue responsabilizado por el ataque, el portavoz de la Guardia Revolucionaria, coronel Mohamed Javad, acusó a "elementos diabólicos y anti revolucionarios de llevar a cabo este atentado terrorista". Un legislador señaló por su parte a presuntos narcotraficantes.