La presidente Cristina Fernández anunció un retiro gradual de los efectivos de la Policía Federal de los subtes en un gesto "de buena voluntad" para implementar una cesión ordenada del transporte publico a la ciudad de Buenos Aires, según dijo en un acto en la Casa Rosada.

La jefa de Estado propuso realizar en conjunto un cronograma para traspasar la seguridad del subte y planteó comenzar por ejemplo en la línea E, una de la menos utilizadas por los pasajeros, de las seis que circulan por la ciudad de Buenos Aires.

El retiro gradual formaría parte de un cronograma que se extendería por tres meses, dijo la mandataria.

Por otra parte, Cristina dijo que en la causa judicial que se inició en su momento, el propio Gobierno de la Ciudad tenía a aeste planteo como fundamento principal, por lo que destacó el gesto de "buena voluntad" de la Nación para resolver el conflicto.

Por otra parte, la mandataria criticó la suba del pasaje -de 1,10 a 2,50 pesos- que el Gobierno porteño hizo casi inmediatamente cuando asumió a cargo del subte y mostró una estadística según la cual cayó "30 por ciento" la cantidad de pasajeros.

"El transporte público no es una cosa cualquiera, debe ser abordado con mucha serenidad, reflexión y mucho cuidado", dijo la Presidenta.

En ese marco, la mandataria se ofreció a compartir la mitad de los subsidios para las líneas de colectivos que circulan en ese territorio, durante un año.

"Los subsidios suman 1.180 millones de pesos y estamos dispuestos a pagar la mitad de ese dinero durante 12 meses.", expresó Fernández.

Al igual que el servicio del subte, el control de esas líneas de colectivos fue traspasado al Gobierno de la Ciudad mediante la ley aprobada el miércoles en el Congreso, pero la Ciudad iría a la Corte Suprema para tratar de revertir o redefinir lo votado en el Parlamento.