En el último día de una visita histórica, el papa Benedicto XVI solicitó hoy al gobierno de Cuba aceptar el pleno ejercicio de las "libertades fundamentales" y condenó las "medidas económicas restrictivas" del embargo estadounidense que afectan a la isla bajo régimen comunista.

En la ceremonia de despedida en el aeropuerto antes de partir de la capital cubana, y ante el presidente Raúl Castro, el Papa destacó la necesidad de Cuba de "cimentar una sociedad de amplios horizontes, renovada y reconciliada".

"Que nadie se vea impedido de sumarse a esta apasionante tarea por la limitación de sus libertades fundamentales", subrayó.

El Papa destacó que "medidas económicas restrictivas impuestas desde fuera del país pesan negativamente sobre la población" cubana, en referencia al embargo impuesto por Washington hace medio siglo.

"La hora presente reclama de forma apremiante que en la convivencia humana, nacional e internacional, se destierren posiciones inamovibles y los puntos de vista unilaterales que tienden a hacer más arduo el entendimiento e ineficaz el esfuerzo de colaboración", remarcó el Papa, en un llamado indirecto a Estados Unidos y Cuba a dialogar.

"Las eventuales discrepancias y dificultades se han de solucionar buscando incansablemente lo que une a todos, con diálogo paciente y sincero, comprensión recíproca y una leal voluntad de escucha que acepte metas portadoras de nuevas esperanzas", afirmó.

El Papa evocó también el tema de la educación para la libertad, al cuestionar el dirigismo y la falta de iniciativa personal en los sistemas comunistas.

"El respeto y cultivo de la libertad que late en el corazón de todo hombre es imprescindible para responder adecuadamente a las exigencias fundamentales de su dignidad, y construir así una sociedad en la que cada uno se sienta protagonista indispensable del futuro de su vida, su familia y su patria", dijo.