Al menos 37 disparos fueron los que se efectuaron dentro de la casa de Ángel "Baby" Etchecopar en el asalto y tiroteo en el que hace dos semanas, en San Isidro, murió un delincuente y resultaron heridos un cómplice, el conductor de radio y su hijo de 24 años.

Fuentes de la investigación informaron que así lo determinaron las pericias balísticas ordenadas por el fiscal de la causa, Andrés Zárate, que terminaron el viernes pasado e incluyeron el análisis de la escena del crimen, las trayectorias balísticas y el cotejo de balas y vainas con las armas secuestradas dentro y fuera de la casa.

De los 37 disparos, los investigadores establecieron que 25 balazos fueron efectuados por los ladrones y 12 por Etchecopar padre e hijo.

Los expertos determinaron que existió tiroteo en cuatro ambientes de la casa: la habitación matrimonial, el vestidor, al pie de la escalera caracol del primer piso y en el living.

Las fuentes precisaron que el arma usada por "Baby" fue una pistola Glock calibre .40 que efectuó 10 disparos y su hijo Federico gatilló dos veces un revólver Magnum .357.

De acuerdo a las pericias y a lo reconstruido por el fiscal Zárate, los delincuentes usaron dos pistolas calibre 9 milímetros, una marca Glock que efectuó 14 balazos y otra Sig Saur con numeración limada que hizo 10, y una escopeta calibre 12 con la que se efectuó un solo disparo y fue abandonada fuera de la casa.

Los peritajes estuvieron a cargo del jefe de Criminalística de la Superintendencia de Policía Científica, el comisario inspector Marcelino Cottier, un experto en balística que actuó en otros casos resonantes como el asesinato de Marcos Schenone, el triple crimen de General Rodríguez y el asalto al blindado de Escobar.

También participó como perito de parte de Etchecopar -particular damnificado en la causa-, un ex jefe de la policía bonaerense, el licenciado Daniel Salcedo, quien hizo la mayor parte de su carrera en Policía Científica.

Las fuentes señalaron que la Glock 9 milímetros sería el arma que disparó el delincuente muerto, Alejandro Ezequiel Morilla (24), ya que otra pericia ya había confirmado la presencia de rastros de la deflagración de disparos en sus dos manos.