El hombre asesino de los chicos de la escuela judía de Toulouse se atrincheró con ferocidad en su casa. No se entregó y fue liquidado por fuerzas especiales
El islamista Mohamed Merah, autor de siete asesinatos en ocho días, murió el jueves de un balazo en la cabeza al enfrentarse con la policía de élite francesa que había irrumpido en el piso de Toulouse donde permanecía atrincherado desde hacía 32 horas.
Merah, francés de origen argelino de 23 años, murió "de una bala en la cabeza" al tratar de abrirse paso con una pistola Colt .45 hasta una ventana de la vivienda situada en un primer piso, por la cual llegó a saltar, indicó el fiscal de París, François Molins.
Pero "cuando cayó, estaba muerto", señaló una fuente policial, que precisó que el "yihadista" llevaba puesto un chaleco antibalas.
Tres agentes del cuerpo de élite de la policía (Raid) resultaron heridos en la furiosa balacera que duró cinco minutos y en la cual se usaron unos 300 cartuchos. Otros dos policías habían resultado heridos en los tiroteos de las primeras horas del cerco de la vivienda.
La operación se inició a las 11H30 locales (10H30 GMT) cuando los policías, auxiliados por dispositivos de vídeo, entraron al apartamento situado en el barrio de la Côté Pavée de Toulouse. Avanzaron "paso a paso", en prevención de eventuales explosivos, hasta topar con el joven que salió abriendo fuego desde el cuarto de baño, precisó el ministro anterior, Claude Guéant.
Un miembro del Raid, "que sin embargo está habituado a estas cosas, me dijo que no había visto nunca un asalto tan violento", refirió Guéant, quien había señalado poco antes que Merah ya no hablaba de rendirse, como en las primeras horas del cerco, sino de morir "con las armas en la mano".
Los hombres del Raid habían recibido órdenes de "hacer todo lo posible para detener a Mohamed Merah vivo" y "disparar sólo en caso de legítima defensa" y "precisamente por eso" el cerco se prolongó durante tantas horas, explicó por su lado el fiscal.