Brasil, la sexta economía del mundo, desaceleró a 2,7% su crecimiento en el 2011 como consecuencia del impacto de la crisis económica mundial.

El Producto Bruto avanzó casi tres veces menos que en el 2010, cuando había avanzado 7,5%, y totalizó 4,14 billones de reales (2,38 billones de dólares al cambio actual), indicó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística.

Brasil es una de las potencias emergentes del bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que impulsan el crecimiento mundial.

"Un crecimiento de 2,7% no está tan mal en el contexto internacional. La sorpresa no fue tan negativa pero, sin dudas, muestra que el efecto de la crisis mundial es más amplio de lo que se imaginaba", coincidió el economista Alex Agostini, de la agencia de calificación de riesgo brasileña Austin Rating.

Mantega atribuyó el martes la desaceleración del PIB en 2011 al agravamiento de la crisis internacional, pero también a las medidas adoptadas por el gobierno al inicio de ese año para contener la inflación, que fue de 6,5% en 2011, el tope máximo del rango meta oficial.

Pese a la desaceleración de la economía mundial, el gobierno brasileño espera en 2012 un crecimiento de 4,5%, y una inflación en el centro de la meta, de 4,5%.

"Continuamos trabajando con una previsión de crecimiento del PIB en 2012 de 4,5%. Aunque tengamos dificultades en la economía mundial, consideramos que tenemos las condiciones de esquivarlas", dijo Mantega en una conferencia telefónica con periodistas y analistas.