El secretario gremial de la CGT, el taxista Omar Viviani, admitió hoy que dentro de la central obrera hay "divisiones" por la postura frente a la Casa Rosada, mientras que el titular del gremio de los canillitas y diputado nacional, Omar Plaini, atribuyó las tensiones entre Moyano y la Presidenta a una "diferencia de agenda" política.

"Hay compañeros que no están de acuerdo con enfrentar al Gobierno", afirmó Viviani, y agregó: "Hay algunas cuestiones en las que tiene potestad Hugo Moyano para expresar y a lo mejor no representa al conjunto de la CGT".

El distanciamiento entre el Gobierno y la CGT se agravó en las últimas semanas por la decisión del jefe camionero de resistir su salida de la conducción de la central obrera y también por algunos contactos con la CTA antikirchnerista de Pablo Micheli, con quien hasta podría participar de una marcha contra el Gobierno.

Las relaciones además se tensaron desde que estalló el conflicto en Chubut por el despido de 200 trabajadores afiliados al gremio de camioneros de la gasífera Camuzzi. Por ese hecho, sindicalistas bloquean hoy diferentes sedes del Correo Argentino.

Viviani que "en este caso hay alguna división porque algunos compañeros no están de acuerdo con enfrentar al Gobierno", aunque se excusó de mencionarlos. "Yo estoy del lado de la Argentina, de los trabajadores, del lado de que a este país lo tenemos que sacar entre todos para adelante", afirmó.

Plaini, a su vez, atribuyó parte del distanciamiento que existe con el Gobierno a ciertas "diferencias de agenda" política.

Plaini, también cercano a la conducción de Hugo Moyano, puso en blanco sobre negro los temas que diferencian a la CGT del Gobierno: el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, las asignaciones familiares, "la grave situación de las obras sociales y la participación en las ganancias de las empresas".

Además, consideró que el "sistema tributario impositivo es muy regresivo" porque "hoy en la Argentina el que menos tiene paga lo mismo que el que más tiene".