Los detractores del presidente de Venezuela todavía se preguntan cómo logró pronunciar un discurso de pie durante 9 horas y media, sin siquiera detenerse para ir al baño
Aún enfermo de cáncer, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, parece en camino de romper el récord de su admirado Fidel Castro.
El boliavariano habló de pie durante más de nueve horas y media sin parar y quedó cerca del récord del cubano, que en una oportunidad pronunció un discurso de doce horas.
Chávez es famoso por sus maratónicos discursos pero días atrás, y mientras todavía combate el cáncer, rompió su propio récord al hablar casi diez horas seguidas ante la Asamblea Nacional cuando presentó su "Memoria y cuenta", durante una aparición en cadena nacional que todavía es motivo de asombro y análisis.
Lo que siempre ha intrigado a muchos espectadores que han presenciado los mensajes de Chávez en vivo o frente a la pantalla es su capacidad para hablar sin ningún tipo de interrupciones, ni siquiera para comer o para hacer sus necesidades fisiológicas.
Hace unos años, el presidente solía interrumpir varias veces su discurso para pedir un café. Pero este hábito lo abandonó desde que anunció su enfermedad y ahora sólo toma agua.
Su discurso del 13 de enero causó gran impresión, ya que estuvo parado durante nueve horas y media sin detenerse una vez para descansar.
Ese día rompió su propio récord de oratoria y puso a prueba la paciencia de los parlamentarios, embajadores, militares, clérigos, representantes de los poderes públicos e invitados especiales que asistieron al Congreso.
La mayoría se mantuvo en el hemiciclo hasta la medianoche, cuando terminó la presentación de Chávez. Muchos no ocultaban su cansancio y bostezaban, chateaban en sus celulares o conversaban cuando no los enfocaban las cámaras de televisión.
Algunos aplaudieron fervorosamente y otros optaron por marcharse sigilosamente, como el diputado y secretario general del partido opositor Proyecto Venezuela, Carlos Berrizbeitia.
"Me parece un abuso del presidente someternos a tantas horas de discurso. Es una falta de respeto no sólo con los diputados, sino con el cuerpo diplomático. Pero Chávez sigue la escuela de Fidel y con esa aparición maratónica es obvio que quiso demostrarle al país que está en condiciones de salud para ser candidato presidencial", dijo el parlamentario a LA NACION, que se retiró molesto a las tres horas de comenzado el discurso del presidente.