Lo reconoció el ministro de Economía, Hernán Lorenzino. El funcionario dijo que igual es "optimista". Estimó que el país seguirá creciendo, pero a niveles menores
El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, admitió hoy que la crisis de los países desarrollados impactará en la Argentina y por eso "no va a venir viento de cola", aunque vaticinó que el país tendrá un "buen año".
"Lo que vemos es que desde afuera no va a venir el viento de cola para la Argentina. Pero esto no implica que nuestra visión deje de ser optimista. Lo fundamental es que la Presidente ha marcado el rumbo muy claramente, con metas de crecimiento e inclusión social muy superiores a otros países", sostuvo el funcionario.
El ministro apuntó que "hemos atravesado 2011 con una economía que desde afuera no ayudó, y mirando para 2012 vemos que esas turbulencias persisten y no está claro hacia dónde va a rumbear la economía internacional".
En declaraciones radiales, Lorenzino resaltó que con los instrumentos de política económica con que cuenta el Gobierno, "podemos lograr que nuestras metas para 2012 sean ejecutadas".
Para el titular del Palacio de Hacienda, "vamos a tener un buen año: con crecimiento, con creación de empleo, con un mercado interno robusto. La actividad económica se va a seguir manteniendo, independientemente que desde afuera no vengan vientos favorables. Pero hay un Gobierno que tiene muy en claro que hay que profundizar el modelo".
Además, el ministro destacó que el superávit primario de las cuentas públicas nacionales -que rozó los 5.000 millones de pesos en 2011- "ratifica el rumbo elegido desde 2003".
Por otra parte, el funcionario rechazó de plano una devaluación del peso.
"Descarto absolutamente la posibilidad de una devaluación. Hay que mirar lo que ha pasado en el último tiempo. El Banco Central tiene una capacidad enorme para regular el mercado de cambio y lo ha hecho. El dólar se va a seguir manteniendo estable con este modelo de flotación administrada, que va a continuar", afirmó.
Y añadió: "Como dijo la Presidenta, hemos enfrentado movidas especulativas y hoy el tipo de cambio se mantiene estable".
En cuanto a la negociación con el Club de París, para cancelar la deuda que la Argentina mantiene con los países que lo integran, sostuvo: "Siempre vamos a buscar que la solución a la cual se llegue sea aceptable para los intereses no sólo sustentables sino del país. Y seguimos trabajando con nuestros acreedores con este objetivo en mente".
"En cuanto tengamos un punto de encuentro entre lo que requiere Argentina y es aceptable para los acreedores, tendremos un acuerdo", agregó.
Lorenzino defendió también la política de "desendeudamiento" que lleva adelante la Casa Rosada: aseguró que actualmente, "la deuda no es una preocupación, porque no nos pone límites a nuestra agenda".
"Argentina tenía una situación parecida a la que tienen hoy los países europeos, pero tuvo la voluntad política de pararse frente a los acreedores y renegociar la deuda, en una forma que creíamos sustentable para la economía del país", subrayó.