El músico rosarino, quien dijo que la mitad de los habitantes le daban "asco" tras la victoria electoral de Mauricio Macri, salió a aclarar que él no es "militante de nadie"
"Da asco la mitad de Buenos Aires", escribió Fito Páez en una polémica columna en
Página/12, después de que el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, ganara por amplio margen la primera vuelta de las elecciones del Poder Ejecutivo porteño.
Desde entonces, el músico despertó críticas que lo tildaban de intolerante, antidemocrático y acérrimo defensor del Gobierno. Seis meses después del escándalo, el rosarino aclaró que no se considera un militante kirchnerista y culpó a los medios por los dardos que recibió. "No soy un militante de nadie", aseguró Paez en una entrevista con el diario La Capital de Mar del Plata, ciudad en la que presentará su disco
Canciones para Aliens el próximo fin de semana. "Un militante milita, o sea que lleva una vida de militancia y su trabajo o su tarea está dentro de un marco ideológico y político. Eso es un militante político. Yo soy un artista. No tengo límites, no tengo bordes, salvo los que yo me ponga", completó.
"Necesito una absoluta libertad para no tener que responder a ningún interés mas que a mi punto de vista, dentro del marco artístico. Ahora, después cualquier persona del mundo puede estar más o menos de acuerdo con alguna administración política. Eso no te transforma en un miembro del partido político", continuó el cantautor rosarino, que planea lanzar un disco y grabar una película durante este año.
"Estoy en contra de cualquier opinión de hombres de medios que hablen sobre la posibilidad de que yo por lo menos esté metido en algún partido", dijo, en medio de críticas hacia los medios. "La gente que está trabajando en los medios está corriendo un peligro muy fuerte. Están entrando en una psicosis mediática donde piensan que la vida real es esa. Y no lo es. Están inventando una nueva patología, y peleando sobre ideas entre ustedes, mientras en la calle el mundo es otro", opinó.
En ese sentido, volvió a remarcar: "Yo no soy K. ¡Quiero ser claro, para que dejen de boludear un poquito, che!"