Los acusó de estar detrás de la corrida por el dólar y por preparar el poskirchnerismo. Además, llamó "pajarón" al ministro de Economía, sin nombrarlo
A esta altura del partido Guillermo Moreno es el hombre con más poder del gabinete de Cristina Fernández.
En una de sus habituales charlas en las unidades básicas, dijo que los banqueros son “enemigos de la patria” y los acusó de fogonear la corrida cambiaria de noviembre, que derivó en una fuerte caída de los depósitos en dólares.
“Siendo reelectos con el 54% de los votos me entero de que los gerentes de las sucursales de un banco español les recomendaban a sus clientes sacar sus depósitos en dólares”, disparó el secretario, según declaraciones divulgadas por el semanario El Guardián.
Moreno está convencido de que los banqueros “comenzaron a preparar el poskirchnerismo. Hicieron el cálculo, dijeron que como ya no hay nadie de apellido Kirchner para 2015, ahora había que empezar a torcer el rumbo económico. Si hubiéramos seguido esas recomendaciones hacia la derecha, habríamos terminado como el crucero italiano que se hundió en el mediterráneo”.
Moreno aprovechó que hablaba de bancos para pegarle, sin nombrarlo, al ministro de Economía Hernán Lorenzino, de quien se sabe que le gustaría volver a emitir deuda en los mercados.
“Algunos pajarones por ahí, andan diciendo que hay que volver a los mercados a buscar dólares, esos o entienden nada. Me tienen cansado con el lobby”, dijo el polémico funcionario.
Moreno también dijo que los que tengan algo para cobrar no deberán temer, porque se honrarán todas las deudas .
Admitió que el Gobierno está preocupado por capturar cada dólar que ande dando vueltas por el mercado, para alcanzar una meta que para muchos analistas es difícil: un superávit de la balanza comercial de US$ 10.000 millones, bastante arriba de los 7.000 que esperan los analistas privados.
El secretario explicó por qué importa juntar dólares: “Si este año tenemos un superávit comercial de entre 10 y 12 mil millones de dólares, el show puede continuar. Si estamos debajo de 10 mil millones, vamos a estar complicados y si estamos debajo de los 6 mil, olvídense”.
Buena parte del superávit que desea alcanzar Moreno depende de la dureza con la que pegue la sequía, sobre todo en la soja. Moreno lo acepta: “Con la soja tenemos un problema. China ya no crece como antes y acá el mercado interno le queda chico. Es un tema porque yo la carne te la puedo colocar acá, lo mismo que el maíz o la leche, pero con la soja no sé qué vamos a hacer”.
Queda claro que Moreno ni quiere escuchar hablar de globalización. Y cuenta su verdad: “La economía no es algo universal, sino de cada país. Cuando vos, además de comer, podés comprarte una pilcha, tomarte vacaciones, irte a un lindo telo... Ahí ya la gente está feliz, esa es la economía de la felicidad, la economía de nuestro Gobierno”.
Dijo que Cristina “no delega porque la que entiende las situaciones es solo ella”. Fue cuando le preguntaron cuándo se plasmará la victoria total sobre los poderes antipueblo: “Cuando la líder lo defina. Ella es la que va a saber interpretar el momento”.
Esos fueron algunos de los fuertes consejos de Moreno, a pesar de que antes de salir a hablar Cristina le había recomendado, según comentó: "Ponete el bozal y no digas boludeces”.