Tras el asesinato del hincha Agustín Rodríguez y las sospechas sobre una reunión con barrabravas en el club, Antonio Fusca decidió dar un paso al costado. El escándalo crece
El escándalo por la violencia en el fútbol argentino no para.
Tras el asesinato de Agustín Rodríguez en la tarde del miércoles a pocas cuadras del club, más la posterior sed de venganza de los miembros de Los Perales que irrumpieron armados en la guardia del Santojanni para ajusticiar por mano propia a Aldo Barralda -el presunto asesino y jefe de Las Antenas-, el presidente del club, Antonio Fusca (había ganado las elecciones el 4 de diciembre y asumió su cargo el 13), pidió una licencia extraordinaria y por tiempo indeterminado.
Un audio que circuló hoy y que desnudaría una supuesta reunión entre Fusca y miembros de Los Perales en el polideportivo del club minutos antes de la barbarie habría influido en la decisión del presidente.
Aunque desde la Comisión Directiva desmintieron que Fusca había convocado a los barras al club, el audio es concluyente, aunque no se puede probar que la voz que se escucha sea la de Fusca ni que haya sido grabado previo al asesinato de Agustín Rodríguez.
"Me importa un huevo la seguridad (sic), yo quiero salir campeón", se escucha en la grabación y la voz sería la de Fusca. Los barras de Los Perales aseguran que ayer asistieron a una reunión en el club convocada por el nuevo presidente y que después de una conversación breve irrumpieron unos 30 barras armados de Las Antenas para emboscarlos.
Fusca declaró en la comisaría 42ª por más de tres horas y esta mañana denunció que recibió amenazas de muerte: "Me dijeron que me iban a matar a mí y a mi familia", contó el dirigente y apuntó a los integrantes del sector de Los Perales, quienes, indicó, "habían pedido una reunión para evitar futuros inconvenientes en las tribunas".
Las declaraciones de Fusca fueron realizadas en una entrevista con el programa "El Ascenso", que se emite por radio La Red, y admitió: "Mi mayor preocupación era que los chicos que concurren a la colonia de vacaciones no sufrieran ningún problema y pudieran ser evacuados por el sector de pileta". Y después agregó: "No pienso renunciar y no pienso pactar con ningún grupo de hinchas". Horas más tarde pidió la licencia por tiempo indeterminado.
El conflicto entre los barras de Chicago es de vieja data, aunque se intensificó con el cambio de conducción en el club. Por un lado está la barra de "Los Perales", que debe su nombre a que vulgarmente se le llama así al barrio de monoblocks "Manuel Dorrego", por la plantación de frutales que había hace más de 60 años, lindero con el estadio.
Esa barra la integraban también algunos hinchas residentes en la vecina Ciudad Oculta. Por el otro, están los de "Las Antenas", pertenecientes a Villa Insuperable, en La Matanza.