La jueza mendocina sobreviviente del hundimiento del crucero señaló que fue como "vivir la película del Titanic". Se tiró al agua y nadó para sobrevivir
La jueza argentina María Inés Lona de Ávalos regresó esta mañana a la Argentina tras sobrevivir al hundimiento del barco en las costas de Toscana. Explicó que decidió tirarse al agua fría y nadar porque se sintió "abandonada a las manos de Dios".
Advirtió que el capitán "hizo una cosa de locos" porque acercó la embarcación a la costa "para saludar" y agregó que según le comentaron antes de la tragedia "estaba enfiestado" con mujeres y con alcohol.
En un relato sin dramatismo dijo que lo vivido fue "igual que en el Titanic" y que para salvar su vida tuvo que nadar casi 200 metros hasta la costa.
Entre los 20 turistas argentinos que lograron salir con vida luego del hundimiento del crucero italiano "Costa Concordia" se encuentra la jueza mendocina María Inés Lona, quien salió ilesa luego de nadar 200 metros hasta la costa.
La magistrada viajó con sus dos hijas, una de ellas discapacitada, quienes consiguieron subirse a uno de los botes de rescate, mientras que ella saltó al agua y llegó nadando a tierra firme.
Al llegar al país, la jueza contó a C5N que abordaron el buque a las 6 de la tarde y que a las 9 de la noche sintieron un golpe fuerte y quedó todo a oscuras. "Nos dijeron que era un problema energético, que no nos preocupáramos, hasta que sonó la alarma para ir a los botes", dijo.
La mujer contó que el capitán nunca habló, y agregó: "no vi un solo oficial de la tripulación". Respecto de su salida del crucero explicó que no "tenía más remedio que tirarme al mar", y remarcó que tuvo suerte ya que no se golpeó al saltar al agua, que sabe nadar y eran unos pocos metros.
Además, manifestó que estaba asustada, porque el barco se hundía cada vez más, y temía que se diera vuelta y la chupara.
"Otros pasajeros que llevaban días en el buque dijeron que el capitán estaba muy enfiestado, tomando y con mujeres. Lo que hizo el capitán es de locos", señaló. Y sostuvo que fue el primero en dejar el barco, sin dar mensajes ni aparecer en público.