Benedicto XVI se refirió también a las uniones entre los homosexuales. También dijo que la familia está "en una profunda crisis" y los esposos deben defenderla
El papa Benedicto XVI reiteró hoy la posición de la Iglesia Católica en contra de la legislación de la interrupción voluntaria del embarazo y de la eutanasia. Además, arremetió contra las uniones homosexuales, en medio de la polémica en Italia desatada por un proyecto de ley para reconocer los derechos de las parejas gays.
Durante el sermón dominical del Angelus ante miles de fieles, Joseph Ratzinger exhortó "a no caer en el engaño de pensar que se puede disponer de la vida hasta poder 'legitimar su interrupción con la eutanasia, enmascarándola con un velo de humana piedad".
Al referirse al aborto señaló que la vida es "obra de Dios" y "no se puede negar a nadie, ni al pequeño e indefenso feto ni a quienes presentan graves discapacidades".
Benedicto XVI se refirió la familia de la que dijo "está marcada por una profunda crisis y debe afrontar múltiples desafíos". Y aseguró que la obligación de defenderla le "compete primero a los esposos".
Las refrencia del Papa no son casuales dado que el gobierno italiano de centro-izquierda de Romano Prodi se enfrenta actualmente a una división entre su ala radical de izquierda y los partidos católicos de centro por un futuro proyecto de ley para reconocer los derechos de las parejas de hecho, heterosexuales y homosexuales.