El primer ministro británico, Tony Blair, y su esposa, la abogada Cherie Booth, compraron su quinta propiedad de lujo, ubicada al lado de la vivienda donde planean mudarse este año tras la salida anticipada del mandatario del gobierno.

Según informó hoy la prensa local, los Blair firmaron el contrato para adquirir una mansión de estilo "georgiano", de principios del siglo XIX, y valuada en 1,6 millones de dólares, ubicada en la exclusiva zona londinense de Notting Hill y Bayswater.

La propiedad, la quinta en el porfolio de los Blair, está al lado de la mansión de 7 millones de dólares en Connaught Square, que la pareja compró en 2004 como futura vivienda después de su paso por el número 10 de Downing Street.

La nueva mansión posee dos habitaciones, dos pisos y una oficina en el subsuelo.

Según un periódico inglés, la idea del primer ministro es unir ambas propiedades, para aprovechar el espacio y ampliar el lugar de vivienda.

También servirá para mejorar la seguridad de la casa y una entrada y salida más accesible a la propiedad.

Los Blair son dueños de dos apartamentos de lujo en Bristol, donde su hijo Euan vivió mientras estudiaba en la universidad local, en 2002.

El primer ministro cuenta además con una vivienda en la zona de Myrobella, en Dirham (norte de Inglaterra), de donde es su circunscripción legislativa.

Blair compró esa propiedad cuando fue votado por primera vez parlamentario, en 1983.

La quinta propiedad de los Blair hará que deban pagar al banco unos 40.000 dólares al mes en materia de préstamos hipotecarios.

La compra de la mansión en Londres se conoce cuando el jefe del gobierno británico quedó en medio de sospechas de corrupción, por el llamado caso de donaciones partidarias a cambio de títulos honoríficos.

Por esa causa policial, fue interrogado ya dos veces por agentes de Scotland Yard, que tratan de determinar si al menos 12 empresarios donaron millones de dólares al Laborismo, a cambio de recibir títulos de lores para ocupar bancadas en el Parlamento.

Tras el reporte por la compra de la mansión en Londres, el vocero oficial en Downing Street se negó a comentar al respecto.