La relación entre Carlos Soria y su esposa era conflictiva hace mucho tiempo. "Las discusiones entre la pareja venían desde la campaña (para la gobernación de Río Negro)", confirmó el presidente del Tribunal Superior de Río Negro, Víctor Sodero Nievas, con datos de los primeros testimonios agregados a la investigación judicial.

El juez además aseguró que el caso está resuelto "en un 70%" y afirmó que se trabaja en la hipótesis de un homicidio por emoción violenta.

"Había conflictos en la pareja porque eran dos fuertes personalidades. Las discusiones venían desde la campaña. Todos los testimonios son concordantes en reconocer que hubo intensas discusiones y el enfrentamiento final es el que terminó con este homicidio", dijo esta tarde Sodero Nievas en declaraciones a radio 10. En las elecciones provinciales, Soria había derrotado a la UCR, que gobernaba la provincia desde 1983.

Aunque las pericias todavía no se terminaron, y la causa tiene apenas 24 horas, el magistrado se mostró muy confiado sobre el avance de la investigación: "La causa está cerrada en términos de probabilidad en un 70%. Mañana vamos a dar a conocer algunas pericias".

El juez también habló de un homicidio por emoción violenta, uno de los atenuantes que prevé el Código Penal. El artículo 81 establece una pena de reclusión de tres a seis años, o prisión de uno a tres años "al que matare a otro, encontrándose en un estado de emoción violenta y que las circunstancias hicieren excusable".

Sodero Nievas aclaró igualmente que la mujer de Soria, Susana Freydoz, la única persona que se encontraba en la escena del crimen y por ahora la única imputada, aún no pudo dar su versión de los hechos.

Según el juez, cuando la Policía llegó a la chacra, la mujer ya admitió su responsabilidad. "No quise matarlo", habría dicho. "Son testimonios que giran en torno al personal policial de guardia que se dirigió al lugarl del crimen", explicó el juez. Y remarcó: "En esta provincia la gente quiere saber la verdad de lo que ocurrió".

Este martes declararían la hija menor de Soria y su novio, las otras dos personas que estaban en la estancia de la familia Soria la madrugada del domingo.