Pese a que la población se oponía a "pagar los platos rotos" de otros, el parlamento alemán elevó su aporte al paquete de estabilización para ayudar a países en riesgo
El parlamento alemán aprobó con una amplia mayoría la ampliación del fondo con el que se pagan los rescates europeos, en una votación crucial para el futuro de la canciller Angela Merkel y del euro.
La decisión es clave para el futuro del bloque y del euro, que atravesó un intenso debate, dado que la propuesta era rechazada por el grueso de la población alemana, que se niega a "pagar los platos rotos" de una crisis que generaron excesos de "países indisciplinados".
Pero finalmente, el Parlamento dio el visto bueno y la eurozona respira, al igual que los mercados. La reforma del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF), que eleva casi al doble la contribución alemana a las ayudas para países en crisis, logró el apoyo de 523 de los 620 diputados en la Cámara baja, 85 votos negativos y tres abstenciones.
"Tenemos un interés nacional existencial en la estabilidad de Europa y del euro", advirtió en el encendido debate previo a la votación Volker Kauder, jefe de la fracción parlamentaria de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel.
En el caso de Alemania, el mayor contribuyente al fondo, la reforma implica casi duplicar su aporte a 211.000 millones de esos avales, frente a los 123.000 millones actuales. Por tanto, el adicional es de 88.000 millones de euros.
Con la votación favorable por parte del Bundestag alemán son ya once los países de los 17 que forman el Eurogrupo en ratificar el acuerdo, después de España, Bélgica, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, Eslovenia y Finlandia.
Creado en 2010 y ampliado el pasado 24 de junio, ese fondo temporal de rescate está dotado de 780.000 millones de euros en avales y garantías, aunque su capacidad efectiva de préstamo para socorrer a países en dificultades asciende a 440.000 millones.
El pasado 21 de julio, los jefes de Estado y de Gobierno de los 17 países del Eurogrupo acordaron otorgar mayor flexibilidad al FEEF, a fin de garantizar la estabilidad financiera de la eurozona y generar confianza en los mercados.
Esta reforma permitirá al FEEF prestar dinero a los países con problemas financieros para evitar que se deteriore aún más su situación, financiar la recapitalización de los bancos y, en casos excepcionales, comprar bonos soberanos de países en dificultades en los mercados secundarios.
El fondo de rescate temporal será sustituido en 2013 por otra instancia financiera de carácter permanente, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MES y ESM, por sus siglas en inglés), cuya capacidad efectiva de crédito ascenderá a 500.000 millones de euros.