Un estudio del Consejo Latinoamericano de Publicidad sostiene que el promedio diario por persona es de 6 horas, el doble que la media a nivel mundial. Detalles
La televisión, esa caja otrora tildada de “boba” y cada vez más parecida por sus dimensiones a un papel que a un cubo, mantiene la atención intacta.
Pareciera que no hay soporte del siglo XXI que pueda combatirla y que para eso habrá que esperar alguna otra genialidad. Con sus mejoras tecnológicas, su capacidad de adaptación (HD, 3D y conexión a la Web) y su amplia oferta de canales, la tele es capaz de lograr que, todavía, el público pase horas como hipnotizado por su atracción audiovisual.
Los argentinos le siguen dando mucho de su tiempo: según estadísticas privadas, le entregan la cuarta parte del día, seis horas diarias, como una religión.
Es casi el doble de la media a nivel mundial que, según la consultora Deloitte, es de 3 horas, 12 minutos.
“En la Argentina, ningún otro medio ni actividad está por encima del consumo televisivo. En cantidad de horas semanales (42), es incluso mayor que la cantidad de horas de trabajo de un asalariado en un empleo de ocho horas diarias (40 semanales)”, dice el informe, elaborado por el Consejo Latinoamericano de Publicidad en TV Paga (LAMAC), en base a información de la consultora Ibope, la empresa que se encarga de medir el rating y el consumo televisivo en el país.
De acuerdo con el informe, la televisión sigue siendo el medio de comunicación elegido por la mayoría de la gente.
En la pregunta sobre actividades diarias, el tópico “Ver TV” ocupa el 37% de la torta, detrás de “Comer, trabajar y comprar” (54%) y por delante de “Escuchar radio” (5%), “Navegar en la web” (2%) y “Leer” (2%).
“El tiempo en horas de consumo televisivo diario siempre ha sido muy alto en la Argentina, mucho más que en otros mercados del mundo; aunque es un fenómeno general de América Latina. Los resultados (del informe) van a contramano del prejuicio generalizado de que a partir de las nuevas plataformas tecnológicas, el consumo de televisión cae. El consumo no está retrocediendo en cantidad de horas: todos los años vemos un poquito más”, explicó a Clarín Valeria Beola, gerente de LAMAC Argentina.
Según confirma Beola, al menos desde el año 2005, se detecta este nivel de consumo televisivo, que fue variando entre cinco y seis horas cada año. El tiempo dedicado por las personas a ver TV, en día promedio, aumentó justamente en lo que va de 2011 un 2% respecto del promedio de 2010 y llegó así a las seis horas diarias.
“Hace muchos años que ya se hablaba de cinco horas de consumo diario. Desde la época de la masificación del cable, a principios de los ‘90”, sostiene Beola.
Sin embargo, un consultor que prefirió hablar off the record , con experiencia en el mercado televisivo, explica a este diario: “El rango habitual de consumo de televisión en el mundo se ubica entre las 3 y 4 horas promedio diarias. Seis parece una barbaridad, es un número muy alto. La TV de aire viene bajando desde 2004 hasta acá año a año. Y el cable crece un poco, pero no alcanza a compensar: Entonces la TV en general baja”.
El informe también refleja el crecimiento de la TV paga (ver aparte): específicamente hablando de TV paga, el incremento entre 2010 y este año fue del doble, es decir un 4%, alcanzando poco más de tres horas de “visionado” promedio diario.
El informe también da cuenta que escuchar radio apenas consume el 4% del tiempo: menos de una hora por día. A pesar de lo que se cree, los números que reflejan el tiempo ocupado por los argentinos consultados en usar Internet y leer diarios y revistas sorprende: 1% en cada caso, es decir, unos 25 minutos por día.
“Se contrapone con el prejuicio de que se cree que todo el mundo está conectado a Internet”, aclara Beola. “El 99% de los argentinos tiene televisión y apenas la mitad, conexión a la Web. La tendencia de conexión a Internet, de todos modos, va en alza”, detalla.
Claro que la TV no se ha quedado quieta mientras el tsunami de Internet crece y acecha por los cuatro costados. En estos años, al crecimiento de cantidad de canales se agregaron la emisión de señal en alta definición (el famoso HD) y digital. Conforme a este cambio también aparecen aparatos modernos como los LCD y LED, que ya transmiten en 3D y ofrecen conexión a Internet. “Se han ido agregando servicios que mejoran la imagen y el sonido, y además podés interactuar: grabar, detener la imagen y más. La experiencia televisiva en sí se vuelve más interesante”, dice Beola.
Por eso, pese al empuje de los nuevos y modernos medios online, la televisión seguirá siendo el medio de comunicación con más “convocatoria” entre los usuarios en lo que queda del año. Según estimaciones de la empresa de investigación de mercados Deloitte, el consumo televisivo mundial tenía previsto aumentar en 140.000 millones de horas a lo largo de 2011. Además, el negocio de las grandes cadenas de TV del mundo proyecta crecer 10 mil millones de dólares.