Lo afirmó la presidenta de Brasil al inaugurar la asamblea de la ONU. Advirtió que la capacidad de su país de soportar la debacle internacional "no es ilimitada"
La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, la primera mujer en la historia de la ONU que inaugura una asamblea, afirmó al respecto que "esto es la voz de la democracia y la voz de la igualdad", y habló aseguró que "Ee un orgullo para mí experimentar este momento histórico, que comparto con la mitad de los seres de este mundo, que como yo nacieron mujeres".
Además, la mandataria brasileña en el inicio del debate adelantó que "este será el siglo de las mujeres".
Sobre la crisis económica que sacudió a varios países, resaltó que es "demasiado seria para ser manejada por unas pocas naciones". Así, insistió en su reclamo de abrir la participación a los países emergentes, para que colaboren a encontrar soluciones.
"Brasil está listo para ayudar a los miembros de la ONU", indicó Dilma Rousseff, quien aseguró que el mundo vive un momento extremadamente delicado por la crisis económica.
"Como todos sufren las consecuencias, todos deberían participar de las soluciones", estimó la presidente, quien sucedió en el cargo a Lula da Silva y se convirtió en la primera mandataria del país.
Pese a que Brasil no fue uno de los más afectados por la recesión económica mundial, la mandatario afirmó que está dispuesta a cooperar. "Queremos y podemos ayudar a países con crisis agudas", dijo en la inauguración de los debates enla ONU.
Indicó que esto puede significar "una oportunidad para consolidar la solidaridad entre los países". Asimismo, subrayó que la solución a la deuda debe estar acompañada por crecimiento económico. "Debemos solucionar las causas y no únicamente las consecuencias de la crisis económica", agregó.