Además, el ex apoderado de las Madres de Plaza de Mayo le reclamó al juez Oyarbide que lo indague por fraude y lavado de dinero y que se levante el secreto del sumario
Sergio
Schoklender volvió al juzgado de Norberto Oyarbide para pedir ser
indagado por fraude y lavado de dinero y que se levante el secreto del sumario, que -dijo- se mantiene "de manera irracional" desde hace 90 días.
Acompañado de un silencioso hombre, que no se le
despega de más de medio metro, Schoklender dejó en el juzgado de Oyarbide dos escritos: en uno de ellos denunció que es víctima de una "carnicería mediática" y de un "prejuzgamiento público" a partir de lo que publica la prensa. Sin querer volver a enojar al juez, con sutileza, le dijo que en parte esto se debe a que la causa siga en secreto.
Y en otro escrito directamente pidió abrir el expediente para poder ver las pruebas en su contra y así defenderse. "No se puede soslayar que el celo del tribunal en mantener el secreto que le permita una correcta investigación no se condice con la filtración sistemática de innumerables actos procesales", se quejó en su escrito el ex apoderado de las
Madres .
Schoklender desistió en cambio de acampar en tribunales hasta que el magistrado decida indagarlo y resolvió insistir formalmente en que lo indague, pues contestar preguntas es su principal mecanismo de defensa.
Mientras tanto, el fiscal Jorge Di Lello prepara un extenso pedido de indagatoria para Schoklender, su hermano Pablo y otros 13 imputados. Una vez que el juez lo tenga en sus manos, entonces citará a Schoklender, y todo hace pensar que eso será luego de las elecciones del 23 de octubre próximo, informó La Nación.
En tanto, el fiscal resolvió archivar la denuncia contra las Madres por delitos electorales. No obstante, pidió investigar a quienes pagaron afiches para Abel Fatala y Amado Boudou, entre otros, que se informe el presupuesto que tiene la Fundación y que detalle las actividades de su imprenta y quiénes son sus encargados.