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21 de noviembre de 2024
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El soterramiento: las obras siempre postergadas
En 2001, Aníbal Ibarra comenzó con algunos trabajos sobre el tema. En 2008, Cristina lo comunicó dos veces en un año. Recién comenzó en 2010
13 de septiembre de 2011
El 23 de diciembre de 2008, desde la residencia de Olivos, la presidenta Cristina Kirchner anunció el inicio de las obras para que el ferrocarril Sarmiento circule bajo tierra .

Era la cuarta vez que un mandatario se paraba ante un público y hacía el mismo anuncio. Y la segunda vez en un año que lo hacía ella misma. En esa oportunidad, sin embargo, la jefa de Gobierno aclaró que nunca se presentaban las mismas obras varias veces.

Dijo que ese día había anunciado la firma del contrato con las empresas que se adjudicaron las obras y que antes se habían presentado el llamado a licitación (en febrero de 2007), la recepción de ofertas (en agosto de ese año) y la apertura de los sobres.

Ya en 2001 Aníbal Ibarra había informado algunos trabajos relacionados con el soterramiento

Finalmente, casi dos años más tarde que el último anuncio, en noviembre de 2010 comenzaron las obras , aunque el proyecto pasó de tres etapas a una sola.

La traza total del proyecto de convertir al Sarmiento en un subterráneo de Once a Moreno tiene 32,6 kilómetros y originariamente debería realizarse en 36 meses.

La excusa por la demora, tanto de funcionarios nacionales como de las empresas que obtuvieron la licitación de la obra1 (Iecsa, la brasileña Odebrecht, Comsa y la italiana Ghella) fue la falta de financiamiento .

El proyecto es de vital importancia para la conexión entre sur y norte en la ciudad, y el oeste del conurbano. En horas pico las barreras llegan a permanecer bajas hasta 50 minutos por hora.

En el tramo que va desde la estación Once hasta Caballito, donde el tren corre en trinchera, estaba previsto que el gobierno porteño construya un techo sobre las vías, con espacios verdes y apertura de calles.

Estas obras, que habían comenzado Ibarra, fueron frenadas apenas asumió Jorge Telerman. En ese momento se alegó que había "serias deficiencias técnicas que impedían la concreción de las obras".