La pista aportada por el testigo de identidad reservada que sirvió para fundar las detenciones de tres de los seis sospechosos por el homicidio de Candela Rodríguez sumó tres nuevos golpes que afectaron su credibilidad.

Carola Labrador, la madre de la víctima, no identificó un abrigo -supuestamente de su hija- que fue encontrado en la casa del detenido Hugo Elvio Bermúdez Rodríguez, quien, según el testigo de identidad reservada, mató a la menor.

Nélida Pistán, en tanto, se presentó ayer ante el juez de Garantías Alfredo Meade y pidió que se incorporaran al expediente los comprobantes de los gastos que hizo con su tarjeta de crédito y los boletos del ómnibus que compró para viajar a Tucumán.

Con esos elementos, la esposa del carpintero detenido, Ramón Altamirano, intentó demostrar que ella no estaba en la casa de Kiernan 992, donde habrían matado a la niña, en el momento en que el testigo clave dijo haberla visto junto a su esposo.

Otra fisura que presentan los dichos del testigo de identidad reservada surgió de Mariela Núñez, quien vive en la casa contigua a Charrúas 1081, en Villa Tesei, donde también habría estado cautiva la niña.

"Todo es mentira", dijo la mujer, en referencia a que no había sucedido una serie de situaciones en la vivienda en donde habría estado raptada Candela, tal como lo había descripto el testigo de identidad reservada.

A partir del testimonio de Nélida Pistán, su abogado, Matías Morla, aseguró que denunciará por falso testimonio al testigo de identidad reservada que involucró a su defendido en la causa en la que se investiga el homicidio de la niña , de 11 años, cuyo cuerpo fue hallado el 31 de agosto pasado en un descampado de Villa Tesei.

La madre de Candela no reconoció como de su hija un abrigo secuestrado en la casa de Hugo Bermúdez Rodríguez, detenido y acusado de ser el autor del crimen.

El viernes, por la mañana, Labrador participó de una diligencia judicial en el Comité de Operaciones instalado por la policía bonaerense en proximidades de la comisaría de Villa Tesei. La madre de la víctima había sido convocada por el fiscal de Morón, Marcelo Tavolaro.

Según fuentes de la investigación, cuando a la mujer le mostraron un abrigo hallado durante el allanamiento realizado en la casa de Bermúdez Rodríguez, dijo que no pertenecía a su hija.

Labrador llegó a la comisaría, donde se instaló el comité de crisis minutos después de las 11. Allí se reunió con el fiscal Tavolaro y una hora después se retiró acompañada de otra mujer y evitó tener contacto con la prensa.