El gobierno norteamericano redobló la seguridad, llenó las calles de policías con perros, aplicó revisiones "sorpresivas" en el transporte y pidió calma a la población, después de confirmar que la red Al-Qaeda "está detrás" de la amenaza de un posible ataque terrorista en la conmemoración, este domingo, del 10° aniversario del peor atentado de la historia.

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, fue la encargada de revelar que no sólo la red, sino el posible sucesor de Osama ben Laden en su jefatura son los responsables de la "amenaza creíble" de un nuevo ataque, que desde hace 48 horas tiene en estado de alerta máxima al país .

Los datos son "atendibles y conducen a Ayman al-Zawahiri ", dijo Clinton. De ese modo, la funcionaria puso nombre y apellido a lo que, hasta entonces, era un conjunto de información poco clara, que, inicialmente, se presentó a los norteamericanos bajo la definición de una "amenaza creíble, pero no confirmada", fórmula que, por cierto, oían por primera vez y no terminaban de desentrañar.

"Lo que es seguro es que en ningún momento la amenaza tiene el calibre de un ataque como el que mañana evocaremos", dijeron responsables de seguridad a corresponsales extranjeros, entre ellos La Nacion.

Esta ciudad y Nueva York -las mismas donde hace 10 años murieron casi 3000 personas- figuran como los posibles escenarios del complot.

Se sabe que el presidente Barack Obama llamó a "redoblar esfuerzos" en seguridad.

Nadie, en cambio, abordó un relato de los hechos comprobados que, a lo largo del día, se fueron filtrando con cuentagotas por distintas fuentes. El vicepresidente Joe Biden confirmó que lo que se detectó fue un posible "ataque con coche bomba".

Se habla de la posible participación de tres personas, de dos camiones alquilados en el estado de Missouri y de una cantidad no revelada de explosivo. Se sabe que dos de los involucrados son de origen norteamericano, mientras que la identidad del otro permanecía incierta, así como su derrotero antes de ingresar en el país.

"Vienen de Paquistán", fue una de las primeras informaciones, mientras que luego se habló del vecino Afganistán, y de una posible escala en Irán.

"El recorrido no está claro para nada, pero sí que vienen de la zona del corazón de Al-Qaeda", fue uno de los comentarios. Al parecer, el trío habría ingresado en Estados Unidos el mes pasado.

"Nos estamos tomando esto muy en serio, pero pueden estar tranquilos. La seguridad está garantizada", dijo el secretario de Defensa, Leon Panetta.

El intento tranquilizador fue una constante del día, mientras pelotones de policías poblaban las calles.

El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, hizo su acostumbrado viaje en subterráneo para demostrar que no había peligro. Policías con perros vigilan la red de esa ciudad y de esta capital, así como túneles, puentes, aeropuertos, accesos fluviales y "todo centro potencialmente peligroso".

Lo mismo ocurre con lugares emblemáticos del país, desde la Casa Blanca, el Obelisco y el Capitolio en esta ciudad, al Golden Bridge de San Francisco o el Empire State Building, de Nueva York, así como sus museos y principales salas teatrales.

La vigilancia se aplica tanto en sitios públicos como en edificios privados en las zonas céntricas de Nueva York y de esta ciudad, donde, de la noche a la mañana, se contrató personal de vigilancia que constata la identidad de quienes ingresan.

Hay largas colas por donde se mire, pero, fuera de eso, la vida sigue su ritmo y no hay modificación de actividades.