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3 de diciembre de 2024
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Candela: no reconocen abrigo hallado en casa de detenido
La madre de la niña de 11 asesinada en Villa Tesei, no reconoció como de su hija un abrigo secuestrado en la casa de Hugo Bermúdez Rodríguez, principal imputado
9 de septiembre de 2011
La madre de Candela Sol Rodríguez, la niña de once años hallada asesinada el 31 de agosto en la localidad bonaerense de Villa Tesei, tras permanecer nueve días desaparecida, no reconoció hoy como de su hija un abrigo secuestrado en la casa de Hugo Bermúdez Rodríguez, detenido como presunto autor material del crimen.

Carola Labrador participó esta mañana de un peritaje de reconocimiento en el Comité de Operaciones instalado por la Policía bonaerense en proximidades de la comisaría de Villa Tesei, en el cual estuvo presente el fiscal del caso, Marcelo Tavolaro.

La mujer llegó pasadas las 11 al lugar, se reunió con el segundo jefe de la Policía bonaerense, Hugo Matzkin, y con el fiscal Tavolaro y, media hora después, se retiró acompañada de otra mujer sin hacer declaraciones.

Fuentes de la investigación aclararon que la mujer fue citada para determinar si era o no de su hija un abrigo hallado en la casa donde fue detenido Bermúdez Rodríguez, quien no es peruano -como se informó en un primer momento-, según aclaró hoy el cónsul de ese país en Buenos Aires, Carlos Amezaga.

En ese procedimiento también fue secuestrada una camioneta Peugeot Partner de color bordó, que está siendo peritada en busca de rastros de la niña.

Por otra parte el carpintero Ramón Altamirano, detenido como presunto "partícipe necesario" del homicidio de Candela, pidió declarar por primera vez el lunes próximo, en tanto su esposa declaró ante el juez de la causa y le dijo que no tienen nada que ver y que no conocieron a la niña.

"Es un engaño terrible, no conocíamos a Candela", expresó Nélida Pistán, esposa de Altamirano, al cabo de su declaración testimonial ante el juez de Garantías de Morón Alfredo Meade.

Al ser consultada sobre la comida que cocinó, compatible con la que fue alimentada Candela en cautiverio, dijo que ella solía prepararla para el perro de la dueña de la calle Kiernan 992, de Villa Tesei, donde se cree estuvo la niña secuestrada.

"La hacía en mi casa a veces y a veces en la casa, y se la dejaba en la heladera", explicó Nelly, quien además le exhibió al juez comprobantes de compra y pasajes a Tucumán que indican que estuvo en esa provincia entre el 23 y 31 de agosto últimos.

La declaración de Nelly ante el juez Meade había sido requerida por su abogado, Matías Morla, luego de que un testigo de identidad reservada aseguró haberla visto en la casa donde estuvo cautiva Candela y también dijo que el matrimonio incluso había llevado a la niña a su propia vivienda.

"Tengo pruebas contundentes, como una tarjeta de crédito firmada por su puño y letra en Tucumán y los pasajes. La están acusando de que estaba acá cuando estaba en Tucumán, es un disparate", dijo el letrado.

"¿Por qué está mintiendo este testigo?", se preguntó el defensor, quien consideró que si "miente con lo de haber visto a Nelly en Buenos Aires cuando estuvo en Tucumán, ¿que se le puede creer de lo que diga sobre otro imputado?".

Al respecto, adelantó que lo denunciará por "falso testimonio" porque "lo que hizo es muy grave y la causa se está basando en esto".

Al ser consultado por los motivos por los cuales cree que Altamirano está preso, Morla expresó: "Porque hace falta gente culpable y porque es un perejil", aunque enfatizó que "el juez es una persona inteligente y no va comer pescado podrido".

En tal sentido, aclaró que una evidencia que lo involucra en el lugar donde habría estado cautiva Candela es su ADN hallado en una colilla de cigarrillo, pero lo curioso es que Altamirano no fuma.

El carpintero y su esposa son dueños de la casa situada en Charrúas 1081, a la vuelta de la de Kiernan 922, donde según se determinó por peritajes Candela estuvo cautiva.

Según un testigo de identidad reservada que declaró en la causa y motivó las detenciones de los seis sospechosos del hecho, Altamirano "cuidó" de la niña durante su cautiverio en la casa de Kiernan y también la mantuvo retenida en su propia vivienda.

Esos dichos, más el hecho de que se hallara ADN de Candela en un bol con arroz con pollo cocinado por Nelly, que su vez corresponde con lo comido por la niña durante su cautiverio, son las principales pruebas que justificaron la detención del carpintero.

No obstante, el defensor intentó darle otra explicación a esas circunstancias y dijo que su asistido sólo realizó unos trabajos de carpintería -un cerco para un perro- en la parte exterior de la casa de la calle Kiernan, a pedido de su dueña, Gladys Cabrera, también detenida en la causa.

Candela fue vista con vida por última vez el lunes 22 de agosto, cuando salió de su casa ubicada en Coraceros 2552, de Villa Tesei, para encontrarse con unas amigas con quienes asistía a un grupo de scouts, en la parroquia San Pablo Apóstol, de esa localidad.

Tras nueve días de intensa búsqueda, la niña fue encontrada muerta dentro de una bolsa, a la vera de la calle Cellini y la colectora del Acceso Oeste, y la autopsia determinó que había sido asfixiada.