"A Hugo se le fue la mano", dijo un testigo clave. La declaración llevó a la detención del sexto acusado, vinculado con venta de drogas, que vive en Morón
Mientras el fiscal Marcelo Tavolaro ya le tomó declaración a uno de los cinco detenidos por el secuestro y posterior asesinato de Candela Sol Rodríguez, hoy se conoció que un testigo de identidad reservada condujo a los investigadores al arresto de un hombre llamado Hugo, quien estaría vinculado con la venta de drogas, y habría sido el autor material del crimen.
La Policía allanó su domicilio de Morón, sobre la calle Avellaneda.
Además, este testigo admite que la nena de 11 años habría estado cautiva en las casas del carpintero Ricardo Altamirano y en la de la calle de Kiernan 992, que pertenece a Gladys Cabrera, según informaron hoy fuentes judiciales.
Justamente, Cabrera fue la primera en declarar ante el fiscal Tavolaro, lo hizo durante tres horas y se retiró de la Fiscalía en un móvil policial.
"Hugo fue el que la mató, dicen en el barrio, que se le fue la mano. Candela lo conocía y Hugo conocía también a la familia...", relató el testigo de identidad reservada. Y agregó: "Néstor y el sobrino se fueron en un Gol azul. Llevaban comida y ropa... No se llevaban a la nena por la fuerza. Le habían prometido comida y ropa...".
Los datos, que se conocieron hoy, de la declaración de un testigo de identidad reservada fueron los que la Fiscalía utilizó como argumento para que el juez de Garantían N°4 de Morón, Alfredo Meade, libre la detención de las cinco personas aprehendidas en la madrugada del lunes: la depiladora y dueña de la casa de Kiernan al 900 Gladys Cabrera (41) y el carpintero Ramón Néstor Altamirano (55, de la casa Charrúas 1081) están acusados de partícipes necesarios del crimen; mientras que al carpintero Gustavo Damián Valenzuela (44), el tornero Alfredo Monteros (36) y su padre (de igual nombre y oficio, de 75 años) los acusan de encubrimiento agravado.
Y también se convirtió en un argumento clave para el arresto de esta sexta persona: Hugo Bermúdez, de unos 20 años, quien vive a unas cuadras de la casa ubicada en la calle Kiernan al 900, de Villa Tesei, en el partido bonaerense de Hurligham.
Lo que siguen son párrafos de la declaración del testigo de identidad reservada:
"El martes 23 de agosto a la mañana vi a Néstor, el carpintero, con la mujer (NdeR: Nelly), con un bolso, Tupper y plato... Nelly estaba rara, daba vueltas y se movía para todos lados. La vi también a Candela a la vuelta de mi casa...".
"Néstor y el sobrino se fueron en un Gol azul. Llevaban comida y ropa... No se llevaban a la nena por la fuerza. Le habían prometido comida y ropa...".
"Se fueron Néstor y Nelly a la casa de Charrúas 1081. El martes cuando dormía le taparon la boca, escuché unos pasos y cómo rasguñaban las paredes. Golpeé, y empezaron a rasguñar más fuerte. Volví a escuchar goles, y después nada. También después una frenada de un auto, y una voz pidiendo ayuda. Subieron a un auto azul, se fueron a la casa rosa de Kiernan...".
"El miércoles pasado por la noche en la casa escuché pasos y movidas de mesas... Después lo vi a Néstor con pintura rosa en la mano y un pelo largo enganchado en la uña...".
"Hugo es un transa del barrio, que también estaba en la casa rosa. Nelly, Néstor y Hugo iban y venían a la casa rosa...".
"El fin de semana anterior a que aparezca la nena muerta, un auto daba vueltas por la zona, era del sobrino. Van y vienen con Néstor...".
"Hugo fue el que la mató, dicen en el barrio, que se le fue la mano. Candela lo conocía y Hugo conocía también a la familia...".
"Hugo también le mandó un mensaje a Mariela, que se iba porque estaban haciendo allanamientos. Desde ese momento Hugo no apareció más en el barrio... Hugo vive en Kiernan y Vergara, en una casa blanca con rejas rojas, con la mujer, la Pato porque se llama Patricia. Tienen una camioneta blanca y una camioneta roja. Después lo vi con una bolsa gris...".