Se trata de un hombre que vive cerca de la casa dónde estuvo cautiva la nena. Además, los otros cinco detenidos comenzaron a declarar en la fiscalía
Un hombre fue demorado este miércoles en torno al crimen de la pequeña Candela Rodríguez y en las próximas horas será indagado por los fiscales.
El demorado, que podría convertirse en el sexto detenido, residiría a unos 200 metros de la calle Kiernan al 900, donde se cree que fue mantenida secuestrada la niña.
El juez de Garantías Alfredo Meade evaluaría en las próximas horas si se formaliza la acusación contra el vecino, siguiendo el mismo procedimiento que con los otros cinco sospechosos.
Por otra parte, los cuatro hombres y la mujer detenidos en la causa por el secuestro y homicidio de Candela Sol Rodríguez, de 11 años, fueron trasladados esta mañana a la Fiscala de Morón, donde serán indagados.
Se trata del carpintero Ramón Néstor Altamirano (55), Gladys Mabel Cabrera (41), Gustavo Damián Valenzuela (44), Alfredo Monteros (36) y su padre, también llamado Alfredo (75), quienes
serán indagados por el fiscal de Morón Marcelo Tavolaro.
El juez de Garantas de Morón, Alfredo Meade, confirmó hoy que Altamirano y Cabrera están acusados de ser "partícipes necesarios" del delito del "homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas", mientras que a los otros tres se los acusa como "encubridores" de ese mismo delito.
La Justicia bonaerense había confirmado anoche la detención de las cinco personas que permanecían demoradas en la investigación por el asesinato.
La resolución fue adoptada por el juez de Garantías número 4 de Morón, Alfredo Meades, quien también consideró a los otros tres detenidos como autores del delito de "encubrimiento agravado". Los dos detenidos más perjudicados por la decisión de la Justicia son Gladys Cabrera, la dueña de la casa donde se presume estuvo secuestrada Candela, y Ramón Altamirano, el carpintero que vive a pocas cuadras de allí, en la localidad de Villa Tessei.
A su vez, el mecánico Gustavo Valenzuela y el padre y el hijo de Gladys Cabrera, de apellido Monteros, quedaron imputados del delito de "encubrimiento agravado". Por la noche, los vecinos de los Monteros salieron a la calle para protestar por las detenciones y sostuvieron que se trata "del tornero del barrio que anda todos los días en bicicleta".