Se halló material genético compatible con la niña en un boul con comida. Indagan a los cinco detenidos
En el marco de la investigación por el secuestro y asesinato de Candela Sol Rodríguez, fuentes de la investigación señalaron que los exámenes genéticos de los rastros recogidos en la casa
de Kiernan 992, de Hurlingham dieron positivo, lo que indica que allí estuvo la niña. Fuentes policiales aseguraron a Télam que en dicha casa se encontró un recipiente con comida, dentro del cual se hallaron restos orgánicos que, tras ser analizados, resultaron compatibles con la niña de 11 años cuyo cadáver
apareció el miércoles pasado en Hurlingham, cerca de donde había sido capturada nueve días antes, a metros de su casa de Villa Tesei.
En tanto, se espera que comience la indagatoria a los cinco detenidos prevista para las próximas horas y que estará a cargo del fiscal de Morón Marcelo Tavolaro.
Según informaron fuentes judiciales a LA NACION, se trata de un hombre y una mujer vinculados con
la casa donde la víctima habría sido mantenida cautiva, y de tres hombres relacionados con una camioneta en la que se transportaron muebles de esa vivienda.
La mujer fue identificada como Gladys Cabrera, y sería la dueña de la casa; también fue detenido Ramón Altamirano, el carpintero de 56 años cuya vivienda, en la calle Charrúas 1081, de Hurlingham, había sido allanada el viernes y al que sus vecinos defendían enfáticamente.
Los otros tres hombres son el dueño de una camioneta Trafic blanca, dedicada a realizar fletes, y dos hombres que lo ayudaron a trasladar muebles de Kiernan 992. Se trata de Gustavo Damián Valenzuela (44), que vive en Barrio Bonich, en Morón, el mecánico Alfredo Monteros (36) y su padre también llamado Alfredo (75) domiciliados en el barrio porteño de Villa Soldati, según consignó la agencia Télam.