El presidente de Chile reforzó la teoría de que el avión que se estrelló el viernes con 21 pasajeros se desintegró en el mar. "No sabemos qué pasó", admitió el mandatario
Mientras continúa la desesperada búsqueda de los cadáveres del accidente de la aeronave de carga de la fuerza aérea, que se estrelló el viernes con 21 pasajeros a bordo en el archipiélago de Juan Fernández, el presidente Sebastián Piñera aseguró que quizá "nunca" se conozcan las causas de la tragedia. Pese a los operativos de rescate, Piñera advirtió: "No sabemos exactamente qué pasó y tal vez nunca sabremos las causas del accidente".
Según el mandatario, el accidente se habría producido por "la pista del aeródromo, que apenas tiene 800 metros; el fuerte viento cruzado que había al momento del accidente; y que el avión era de tren fijo de aterrizaje, lo que dificultaba un posible amarizaje", dijo.
El gobierno maneja la teoría de que el avión se desintegró al caer sobre el mar cerca de la isla Robinson, a 700 kilómetros del continente. "Lo que debemos suponer es que el impacto fue tan brutal que el avión pueda haberse desintegrado y lo más probable es que la muerte de los pasajeros haya sido instantánea", afirmó Piñera.
Los elementos encontrados en el mar "hacen prevalecer la hipótesis de desintegración del avión", señaló, por su parte, el ministro de Defensa, Andrés Allamand, quien se encuentra en la isla encabezando el rescate. "Tenemos que hacernos la idea de que eventualmente no encontraremos algunos de los cuerpos", agregó.
La operación de búsqueda se centra en un rectángulo que rodea a la zona de impacto, con la ayuda de sonares, buzos especializados y sistemas de sonda. Se cree que los restos están a una profundidad de entre 40 y 80 metros.
Pese a que el gobierno confirmó oficialmente el fallecimiento de la tripulación, gran parte del país insiste -con desesperada confianza- en que los milagros son posibles. Los hallazgos, hasta ahora, sin embargo, confirman que la posibilidad de encontrar sobrevivientes es imposible. Computadoras trituradas, una baliza del avión a 26 metros de profundidad y a 600 metros del aeropuerto comienzan a completar el desolador rompecabezas del desastre, mientras que cuatro cuerpos, además de los restos hallados ayer, ya fueron trasladados a Santiago para sus exequias.
En tanto, Piñera decretó 48 horas de duelo oficial, a partir de hoy, para homenajear al grupo que murió trágicamente en una tarea solidaria conocida y respetada por todo el país.
En el avión viajaba un equipo de Televisión Nacional, encabezado por el exitoso presentador Felipe Camiroaga (ver aparte); otro de la Fundación Desafío Levantemos Chile, comandados por el empresario Felipe Cubillos, además de miembros del Consejo Nacional de la Cultura de Valparaíso y la tripulación del avión. Todos viajaban para participar de la reconstrucción de la isla Robinson Crusoe , cruelmente azotada por el tsunami que siguió al sismo de febrero de 2010, que, además de haber destruido su precaria infraestructura, costó la vida de 16 habitantes.