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21 de noviembre de 2024
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Quieren crear una fuerza sólo para investigar secuestros
Tras el asesinato de Candela, estudian una reingeniería de las fuerzas federales que apunta a crear un cuerpo de investigadores al estilo del FBI norteamericano
5 de septiembre de 2011
Desde el Ministerio de seguridad se planea de Seguridad se planea una propuesta de reingeniería de las fuerzas federales que apunta a crear un cuerpo de investigadores al estilo del FBI norteamericano, que se ocupe de delitos como los secuestros extorsivos , el narcotráfico y la trata de personas. Este cuerpo federal, analizan en el Ministerio de Seguridad, unificará bajo un comando central las direcciones de investigaciones complejas de la Policía Federal, de la Gendarmería y de la Prefectura Naval.

La idea de crear un cuerpo especial de investigaciones ya había sido analizada durante los primeros meses del gobierno de Néstor Kirchner, cuando el entonces ministro Gustavo Béliz elaboró una propuesta que, finalmente, no prosperó al dejar el funcionario su cargo. Ahora, los asesores de la ministra Garré creen que se trata de la que sería una de las herramientas más eficaces contra el crimen organizado. "Es necesaria una reforma en el sistema de investigación de delitos complejos, un área en la que hoy cuesta incluso cruzar datos básicos entre diferentes sectores", comentó un funcionario que está al tanto de la situación de seguridad nacional al diario La Nación.

Aquellos que conocen internamente de las investigaciones federales afirman que la falla central está en las formas de obtención de datos y análisis. Reconocen que en la mayoría de los casos se depende de una red de contactos, de delatores, "buchones". Esa manera artesanal de investigar provoca dos problemas que son analizados en el Ministerio de Seguridad. Por un lado, forma una dependencia de las voces del hampa que no sirven en todos los casos, y, por otra parte, conforma una serie de irregulares lealtades entre policías y delincuentes, que, en muchas ocasiones, deriva en el armado de bandas mixtas.

La propuesta escuchada por la ministra Nilda Garré implica no sólo una variante en la dependencia orgánica de los recursos humanos, que pasarían a depender de un control unificado con mando a cargo de funcionarios, sino también una preparación diferente, más cercana a la especialización que reciben las tropas especiales (los grupos de asalto, como el GEOF de la Policía Federal) que la formación corriente en investigaciones.

Y un punto que resultaría un golpe de impulso para incentivar a los investigadores: el pago de un salario superior del abonado a sus colegas de otras áreas.

Más allá de tomar como punto de partida al personal que está formado en tareas de represión al delito complejo, una futura agencia federal de investigaciones apostaría a consolidar una separación de tareas entre aquellos que opten por prepararse como "sabuesos" y quienes prefieran dedicarse a la seguridad de proximidad, a la contención de ciudadanos contra el delito callejero.

Una separación de funciones de esas características ya se realizó en la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), creada durante el gobierno de Néstor Kirchner. En esa fuerza se dividió la tarea de prevención del delito en sectores de inteligencia criminal y trabajo policial cotidiano. Con la idea de adiestrar al personal en una capacitación por competencias, la elección de un área específica de labores implica que el agente sostendrá toda su carrera dentro de ese rubro: el agente que es investigador no pasará a estar parado en puestos fijos de guardia y quien ocupe ese lugar no será transferido luego a investigaciones.