Por José Calero

Horacio Verbitsky, un periodista respetado en los 90, publicó el 31 de agosto último una columna en Página/12 titulada "Vienen por más", cuya frase de cierre desató una polémica.

Al aludir a los acreditados de Clarín y La Nación en la Rosada que respondieron cuestionamientos del ministro del Interior en su última y tensa conferencia de prensa, el "Perro" Verbitsky advirtió: "...Dado el hartazgo que producen con su incapacidad crónica de advertir la realidad. Si vienen por más, es muy posible que lo encuentren. Sigan así".

La frase final (Sigan así), se pareció mucho, tal vez demasiado, a la que utilizaron los represores en la Argentina y el mundo. "Sigan así...Ya van a ver lo que les pasará", era la frase completa de los dictadores que ni siquiera Verbistky -con todo el poder que acumuló estos años gracias a su relación de amistad y respeto con la Presidenta-, se animó a escribir.

Más en línea con lo esperable de un comisario político que de un periodista, las palabras del columnista estrella de un medio respetado en los 80 y 90, desataron polémica.

Susana Viau, quien se fue de Página/12 y ahora escribe para Clarín -medio considerado "hegemónico" por el gobierno- le responde en su columna dominical: "Desde hace ocho años, cada vez que el Gobierno se colocaba frente al atril, los cronistas independientes se preparaban para recibir, con el mayor estoicismo posible, una lección magistral o un lavado de cabeza. El martes, Raúl Zapata, de Crónica TV; Jorge Sluger, de Radio Ciudad; Mariano Obarrio, de La Nación y Guido Braslavsky, de Clarín, le hicieron saber al ministro del Interior que esa larga tradición de resignación y silencio se había roto".

"Además de calificar de 'altiva' la que no había sido sino una manifestación de dignidad frente a los excesos del poder, el columnista diagnosticó que sus colegas padecían una 'incapacidad crónica para entender la realidad', una 'realidad' tan unívoca como la 'verdad' que horas antes el ministro Randazzo había instado a escribir. Como siempre, lo importante iba a quedar para el final, porque el artículo contenía una advertencia: 'Si vienen por más es posible que lo encuentren. Sigan así'", escribe Viau.

Y señala: "La frase dejó estupefactos a algunos de sus lectores y, entre ellos, a quien firma esta nota: el tono de amenaza era más propio del anónimo que del texto periodístico; la bravata se correspondía más con los delirios de aquel general que vociferaba 'si quieren venir, que vengan. Les presentaremos batalla'”, que con la mesura exigible al hombre fuerte del CELS".

Viau lamenta que "La vida sigue dando sorpresas: en 1997 había sido el propio Horacio Verbitsky quien defendió la independencia de la profesión cuando Carlos Menem dijo que quienes husmeaban en sus cuentas y revolvían los basurales de su administración se creían jueces o fiscales. Por esas épocas, Verbitsky pensaba, con razón, que 'periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio y, por lo tanto (…) criticar todo y a todos, molestar, poner sal en la herida y guijarros en el zapato, ver y decir el lado malo de cada cosa, que del lado bueno se encargue la oficina de prensa, de la neutralidad los suizos, del justo medio los filósofos y de la justicia los jueces. Y si no se encargan ¿qué culpa tiene el periodismo?'”.