Despechado, mató a los hijos de su ex mujer y se suicidó
El caso conmociona a Corrientes porque nadie hizo caso de las denuncias contra el agresor por violencia. El hombre ya había atacado a otro de los nenes
31 de agosto de 2011
Un hombre despechado por haber sido rechazado por su ex pareja degolló a los tres hijos de 4, 7 y 12 años de la mujer y luego se suicidó con el mismo cuchillo.
El caso conmociona a Corrientes por la magnitud del acto criminal y porque las denuncias contra el agresor por actos de violencia no fueron tenidas en cuenta. Un hermanito de las víctimas, de 10 años, se salvó porque al momento de la tragedia no estaba en su casa: había sido golpeado en la cabeza con un martillo días atrás por el asesino y dormía desde entonces en la casa de una tía, según confirmó el diario Clarín.
El drama se desarrolló en una vivienda de Zaragoza al 100 del barrio Lomas del Mirador, una zona humilde con calles de tierras ubicada al noroeste de Corrientes, a unas cincuenta cuadras del centro. Hasta allí llegó ayer, alrededor de las 6 de la mañana, Pablo Luis Alfonzo (41), un pintor de carteles oriundo de la ciudad de Buenos Aires, con intenciones de reconciliarse con Zunilda Maldonado (42). Le había llevado a la mujer una rosa y un paquete de caramelos.
Zunilda había iniciado hacía unos tres años una relación con Alfonzo. Pero el hombre, al poco tiempo, mostró su carácter violento, hasta el punto de agredir a los hijos de la mujer . Hubo varias denuncias que no fueron escuchadas. El episodio del martillo generó otra denuncia, pero además colmó la paciencia de Zunilda, quien decidió terminar con la relación .
Alfonzo había estado detenido poco antes, a raíz de la denuncia de lesiones contra el nene golpeado. Cuando llegó a la humilde casa -donde la mujer vivía con sus hijos Andrea Rodríguez (12) y Cinthia (7) y Jorge Maldonado (4)-, Zunilda no lo dejón entrar: lo atendió en la vereda. Allí se desató una discusión y luego el drama .
La mujer contó luego: "Alfonzo quería pedirme perdón: yo le dije que con eso (la flor y los caramelos) no arreglaba nada, que no quería volver a verlo. El insistía con entrar. Cuando abrí la puerta, con un empujón entró a la casa, se encerró adentro y no pude hacer nada. Yo me quedé afuera".
El agresor degolló a los chicos ante la impotencia de la mujer. Luego salió de la casa y se degolló delante de Zunilda y de algunos vecinos, que se habían acercado para ver que sucedía. Dentro de la casa el cuadro era macabro, los cuerpos de los tres chicos estaban en medio de impresionantes charcos de sangre y dos de las armas utilizadas, tiradas en el piso. La tercera, una trincheta, quedó junto al cuerpo del hombre.
Zunilda habló sentada en una silla en el patio de tierra y césped de la humilde casa. Su relato coincide con el de varios vecinos que escucharon los gritos: "Todo duró unos pocos minutos", coincidieron. "Escuché gritos, ella le pedía que por favor se vaya. La Policía vino y pasó de largo; cuando estaban en la esquina, él entró a la pieza, encerró a los chicos y quería que ella también entrara . Todo lo demás pasó en un segundo", dijo Margarita, una de las mujeres que trataba de consolar a Zunilda.
El fiscal de Instrucción Buenaventura Duarte confirmó que los cuerpos tenían similares cortes en la zona del cuello. "Estaba todo lleno de sangre, literalmente había charcos en toda la vivienda" dijo el funcionario, quien aseguró que nadie se acercó hasta anoche a reclamar el cuerpo de Alfonzo .
Corrientes quedó conmocionada al conocerse la noticia. Pero más aún el barrio Lomas del Mirador, donde todas las miradas quedaron sobre esa humilde casa de ladrillos sin revoque, una pared pintada de verde y un alambre tejido al frente, donde ayer a la tarde velaban a los tres chicos.
Hernán, padre biológico de los chicos asesinados, asegura que "esto empezó el miércoles de la semana pasada, cuando el hombre le pegó un martillazo en la cabeza a uno de los nenes, ella lo denunció, la Policía se lo llevó pero quedó suelto . Se alejó de la casa y esta madrugada volvió".
Para Moreira, "se sabía que esto iba a terminar mal, yo varias veces la quise sacar de la casa con los chicos, pero él me echaba, y ni la Justicia ni la Policía hicieron nada. La injusticia mató a mis hijos ", dijo el hombre entre sollozos.
Los vecinos dicen que Alfonzo era violento, adicto a las drogas y alcohólico. Y detallan que su encono era con Fabián, el chico que se salvó por el golpe de martillo en la cabeza. De hecho, había dicho que le pegó "para corregirlo y que no sea chorro" . El fiscal Duarte confirmó ese hecho y aseguró que "la madre se negó a abrir la instancia judicial" pese a las lesiones.