En un lapso de unas dos horas, un ladrón provocó miedo y luego incredulidad entre los vecinos de un edificio de Recoleta.

Tras robar en un departamento, bajar cinco pisos descolgándose de los balcones y descubrir que la Policía le había cerrado la fuga por una casa vecina, volvió al edificio donde había robado y se encerró en un departamento vacío, donde finalmente fue detenido.

Un testigo contó que, cuando lo arrestaron, el ladrón recurrió a la ironía.

“Llévenme, total no maté a nadie y no voy armado. El juez se va a cagar de risa y me va a soltar en dos meses ”, le dijo a la Policía.

Una vecina del edificio, ubicado en las calles Austria y Juncal de Capital, contó a Clarín que cuando ella llegó a su casa, a eso de las 21 del miércoles, el ladrón ya estaba junto al portal del edificio. “Tenía unos 24 años, piercing en la boca, campera camuflada y jugaba con un celular. Me pareció raro, pero entré igual”.

Aparentemente, el ladrón ingresó al edificio una media hora después, cuando otra chica salía: la dejó pasar, le sujetó la puerta, dijo que iba a ver al portero y entró. “A ella le pareció raro, porque encima vio que subía las escaleras, así que llamó a la Policía”, dijo la vecina.

El ladrón subió hasta el sexto piso, abrió una ventana que da al pulmón de manzana y saltó hasta el balcón de un departamento que no tiene rejas . “Es de unos extranjeros, estaban viendo la tele y de repente se encontraron a este tipo en el comedor. El chico que vive ahí me contó que les dijo ‘quietitos’, agarró un cuchillo de cocina que estaba en la casa y los llevó hasta la pieza. Pero dice que se distraía y dejaba el cuchillo apoyado al lado de ellos”, contó la vecina.

El ladrón revisó el departamento, robó plata, teléfonos y otros objetos electrónicos. La sorpresa fue que, cuando iba a salir, la Policía ya estaba en el lugar y subía preguntando si estaba todo bien puerta por puerta.

La solución, entonces, fue bajar hasta el pulmón de manzana descolgándose de los balcones del edificio. “Bajó así hasta el primer piso y parece que robaba más cosas que encontraba, hasta unas ojotas”, dijo la vecina.

Cuando el ladrón llegó abajo, cayó la segunda denuncia de la noche. Una inquilina de un edificio vecino llamó a la Policía para avisar que intentaban forzarle la puerta del patio. Inmediatamente, los policías dieron la vuelta a la manzana para cortarle la fuga y el ladrón tuvo que volver sobre sus pasos. “Volvió a trepar hacia nuestro edificio y en un momento de descuido se metió a un departamento del segundo piso. El dueño acababa de llegar y estaba en el pasillo hablando con los policías”, contó la misma fuente.

Para entonces, los vecinos se contaban de balcón en balcón lo que pasaba y muchos andaban por los pasillos. La vecina que habló con Clarín cree que “alguien lo vio entrar al departamento, porque enseguida fueron ahí a buscarlo”.

Tras ser arrestado y desafiar a los policías con que salía en dos meses, al ladrón le tocó el reproche del encargado del edificio. “Cuando te suelten, por acá no vuelvas”, le dijo. “No, tranquilo, acá no vuelvo ni loco”, contestó el ladrón.